Acciona, como otras compañías del sector energético y de infraestructuras, está hecha unos zorros. La compañía de la familia Entrecanales sufre tanto en España tras el parón de las inversiones en infraestructuras por la crisis y el hachazo a sus ingresos por la reforma energética que su única tabla de salvación está en los mercados internacionales.
Hace unos meses fue el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, desde Londres, quien anunció públicamente que el gigante energético se llevará sus inversiones fuera de España, donde hay poco o nada que hacer tras los sucesivos hachazos al sector eléctrico tradicional y renovable.
Fue públicamente 'crucificado' por el Gobierno, por presumir de sentirse más británico, americano o mexicano que español. Posteriormente, tuvo que andar peloteando al Ejecutivo para reconciliarse.
José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, no se atreve a tanto. Es más 'polite' y huye del cuerpo a cuerpo con este Gobierno.
Pero ayer formalizó, en el día en que se celebraba la junta de accionistas de la compañía, la carta de defunción de su presencia en España, después de cerrar el peor ejercicio de su historia, con pérdidas de 1.972 millones de euros. Acciona seguirá en España, sin duda, pero con lo mínimo exigible, ya que su apuesta está fuera.
Para poder captar a KKR para sus proyectos energéticos, Acciona ha tenido que dejar fuera sus activos verdes en España, considerados tóxicos y una rémora de cara a la venta de la sociedad
Es tan baja la valoración que la compañía hace de su negocio energético en España que sus activos en nuestro país se quedan fuera del acuerdo con el fondo de capital riesgo KKR para tomar el 33% de Acciona Energía Internacional. "Si los activos renovables en España se metieran en esta sociedad, serían activos tóxicos y la venta o colocación de esta división sería complicadísima y exigiría importantes descuentos tras el hachazo que la reforma eléctrica le ha pegado a sus ingresos", señala un analista consultado.
No es de extrañar que se queden fuera de la operación. Acciona sufrió en 2013 un impacto directo en sus cuentas de 257 millones de euros como consecuencia de los cambios regulatorios aplicados por el Ministerio de Industria, lo que provocó un deterioro del valor de sus activos renovables cifrados en 1.675 millones de euros.
El negocio de Acciona está en Estados Unidos, Canadá, Australia, México, Chile, pero no en España. Y por eso KKR ha optado finalmente por entrar en un proyecto de futuro, por el que inicialmente pagará 417 millones de euros.
Con la operación, el grupo de los Entrecanales busca captar recursos para continuar desarrollando su negocio de las energías renovables y sortear el impacto ocasionado en España por la reforma del Gobierno.
Entrecanales es más 'polite' y no se encara con el Gobierno, algo que sí ha hecho Galán y le ha costado muy caro, pero los dos coinciden en que en España el negocio está muerto
Acciona deja además abierta la puerta a extender a otras divisiones de la compañía, como la de concesiones de infraestructuras, la alianza alcanzada con KKR inicialmente para las renovables.
"El espíritu de ambos es aliarnos en nuevos proyectos, aunque no hay nada concreto", aseguró Entrecanales en la junta.
Por el momento, la operación acordada supone que Acciona integre en la sociedad Acciona Energía Internacional todos los activos de energías renovables operativos que tiene en el extranjero.
Se trata de 52 parques eólicos, además de dos plantas fotovoltaicas y una planta termosolar, que suman 2.300 megavatios (MW) de potencia y están repartidos en catorce países (Estados Unidos, Canadá, México, Australia, Chile, India, Italia, Portugal, Polonia y Sudáfrica, entre otros).
Acciona mantendrá el 67% de esta sociedad, que con la entrada de KKR queda valorada en 2.563 millones de euros (1.250 millones de euros de fondos propios y 1.313 millones de deuda).
La operación de entrada del fondo internacional estará, previsiblemente, cerrada antes de final de año, de forma que en 2015, los dos socios se abordarán la salida a Bolsa de la compañía.
Los activos renovables que Acciona posee en España, que suman casi 6.000 MW de potencia (4.743 MW de ellos eólicos), quedan fuera del acuerdo. "En España, la estrategia es no crecer y operar los parques de la forma más eficiente posible", apuntó el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, informa Europa Press.