JP Morgan Chase anunciaba este miércoles los resultados del cuarto trimestre, con los que cerraba el ejercicio de 2012 con un beneficio neto de 21.300 millones de dólares, logrando un incremento del 12% respecto al año anterior. Casi al mismo tiempo se anunciaba además que Jamie Dimon, CEO de la entidad, habría recortado su sueldo a la mitad a causa de las pérdidas de cerca de 6.000 millones de dólares que habría sufrido la unidad de inversión por una cartera de derivados gestionada desde su oficina en Londres.
En concreto en el cuarto trimestre JP Morgan Chase logró elevar su beneficio hasta los 5.700 millones, un 53%. Los ingresos se mantuvieron en los 99.900 millones en el ejecicio, de los que 21.300 son del cuarto trimestre. De no haber sido por el pago de 900 millones tras el pacto con los reguladores para cerrar el expediente de los abusos en los embargos de vivienda, estos resultados habrían sido mejores, según publicaba ayer el New York Post.
El banco dijo que recortaría el salario de Dimon hasta los 11,5 millones para 2012, con 1,5 millones de salario y hasta 10 millones en beneficios por acciones restringidos. Esto supone menos de la mitad de los 23 millones del año pasado, cifra que le convirtió en el presidente ejecutivo mejor pagado de los grandes bancos de cualquier país. Al ser preguntado por el asunto, Dimon admitía que no había participado en la decisión de la junta de reducir el salario pero que la respetaba.
Las pérdidas del banco, relacionadas con inversiones conocidas como los derivados de crédito, han empañado la reputación de JP morgan como gestor escrupuloso de riesgo y supusieron un revés personal para Dimon, conocido crítico de los esfuerzos por restringir la supervisión de las instituciones financieras de Estados Unidos. Él mismo se personó dos veces en el Congreso para disculparse y explicar como se produjeron las pérdidas.
El pasado lunes la Reserva Federal emitía una orden para que el banco ejecutara los cambios internos necesarios que evitaran que en el futuro se repitiesen fallos similares a los ocurridos, y otra orden también para lograr que el narcotráfico no utilice la entidad para blanquear dinero.