RTVE retransmitió el 15 de abril de 1994 cuatro horas de interrogatorio en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados al exgobernador del Banco de España, Mariano Rubio, por el conocido como caso Ibercorp, el escándalo que implicó a parte de la beautiful people de las finanzas ochenteras españolas y que terminó con Rubio y Manuel de la Concha (Banco de Inversiones Ibercorp) en prisión. El PSOE de Felipe se tambaleaba por vez primera en el Gobierno desde que tomara el poder en 1982, desgastado como estaba por casos de corrupción, Luis Roldán, o el GAL. Había que lucirse en comisión parlamentaria y dar caña; que quedara claro que el Gobierno era implacable con la corrupción. Sólo cuatro días después de aquella retransmisión un joven líder de la oposición llamado José María Aznar soltaría en el Parlamento uno de sus eslogan más productivos: "Váyase, señor González".
Juan Pedro Hernández Moltó (Alicante, 1952), licenciado en Ciencias Económicas, con estudios en la Universidad de Oxford, militante socialista desde 1976, haría de poli malo en el interrogatorio a Mariano Rubio como portavoz socialista en la Comisión de Economía del Congreso. "Míreme a la cara, de frente, me recuerda ¿no?", le dijo con tono solemne. "Hace dos años con motivo de lo que se dio en llamar el asunto Ibercorp estábamos discutiendo también en esta comisión (...) ¿Usted es consciente de las consecuencias que está generando en la sociedad española su proceder? Señor Rubio, tiene usted quizá ya su última oportunidad; aprovéchela para salvar la poca dignidad que le queda, porque si no es así, sepa que nos va a encontrar enfrente, no van a quedar impunes se lo prometo".
Este martes dos de febrero Hernández Moltó sufrirá en sus propias carnes lo que se siente cuando a uno le señalan con el dedo. En la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) se celebra el juicio contra el exdiputado del PSOE por su gestión al frente de Caja Castilla La-Mancha. Hernández Moltó presidió CCM entre 1999 y 2009.
"Visto lo visto, Hernández Moltó es la madre Santa Teresa de Calcuta", comenta un antiguo colaborador suyo
La entidad manchega fue la primera caja en despeñarse del sistema financiero español. El 29 de marzo de 2009 el Banco de España intervino CCM, la mayor realizada desde la de Banesto, en 1993. Al igual que en el caso de otras cajas de ahorro desaparecidas y con consejeros imputados, CCM se alió con empresarios de la región para acometer arriesgadas operaciones inmobiliarias cuando los años del boom estaban a punto de hacer boom. La explosión de la burbuja inmobiliaria se llevó consigo a CCM, que en 2008 registraba pérdidas de 740 millones. Entre sus operaciones cabe recordar las inversiones que hizo en tres inmobiliarias paradigmáticas de esos años, Astroc, Colonial, y Parquesol; en el aeropuerto de Ciudad Real; o en el complejo Reino Don Quijote (que, como el aeropuerto, también acabó en quiebra y abandonado).
Enrique Bañuelos, ex presidente de Astroc, hoy Quabit, desveló en rueda de prensa celebrada en Madrid en abril de 2007 -cuando se desplomó la acción de la inmobiliaria perdiendo en una semana cerca de un 70% de su valor en Bolsa- que un mes antes había acordado la venta de un porcentaje del capital a Caja Castilla La Mancha. El valor de Astroc, una inmobiliaria que en realidad no disponía de activos y cuyo negocio era la recalificación de terrenos, cayó desde los 70 euros por acción hasta menos de un euro por título. CCM alcanzó el 3,8% del capital de Astroc.
La caja manchega compró el 20% de Parquesol en 2005, en una operación valorada en 205,8 millones. Un año después, la inmobiliaria salió a Bolsa y fue adquirida por la constructora San José por más de 900 millones. Tras la fusión de San José y Parquesol, CCM llegó a tener el 5,55% de la nueva compañía. Desde entonces, no hay trimestre que los resultados del grupo presidido por Jacinto Rey no se resientan por la compra de Parquesol.
En julio de 2008, el director general de CCM comunicó al consejo de administración las minusvalías registradas en las acciones de Colonial (105 millones), Astroc (55 millones), y Parquesol (14 millones)
La relación de CCM con Colonial es posiblemente la que más llamó la atención de Banco de España y de las acusaciones vertidas contra la entidad. La caja no solo compró acciones de la compañía, sino que concedió préstamos millonarios a sus principales accionistas para adquirir títulos de la empresa. Además del entonces presidente de Colonial, Luis Portillo, recibieron préstamos Domingo Díaz de Mera o los hermanos Barco, conocidos empresarios manchegos y bien relacionados con el Gobierno autonómico del PSOE. CCM participaba también en el grupo inmobiliario y de inversión Global Cartera de Valores -con algo más del 10%-, de Díaz de Mera, a su vez accionista de Colonial. En julio de 2008 el director general de CCM comunicó al consejo de administración las minusvalías registradas en las acciones de Colonial (105 millones), Astroc (55 millones), y Parquesol (14 millones).
La inversión de CCM en el aeropuerto de Ciudad Real, abandonado, en liquidación, también fue de traca. CR Aeropuertos, la empresa que levantó el aeródromo, en la que participaba Díaz de Mera, fue declarada en concurso necesario en 2010, con un pasivo de 399 millones de euros. Caja Castilla La-Mancha era el primer accionista de la empresa; la entidad no sólo era accionista de CR Aeropuertos, con el 36,4%, sino que además financió la adquisición por parte de distintos socios de otro 31,8% del capital de la empresa, acciones pignoradas a favor de la caja.
A pesar de todo, Hernández Moltó no es lo peor de lo peor. El expresidente de CCM, que cobraba 150.000 euros al año, no se enriqueció con el cargo, según concluyó la Fiscalía Anticorrupción tras investigarle. No recibió indemnización ni tuvo derecho a paro. "Visto lo visto, Hernández Moltó es la madre Santa Teresa de Calcuta", comenta un antiguo colaborador suyo en alusión a otros ejecutivos de cajas desaparecidas. "Tiene todos los bienes embargados", dice.