Entre los planes que maneja el Ejecutivo figura la posibilidad de crear una empresa por Internet mediante el uso de la tarjeta de crédito. Solo se necesitará cumplimentar un impreso con la solicitud y mediante declaración jurada para poder abrir el negocio. A partir de ese momento, el nuevo empresario dispondrá de un semestre para cumplir con todos los trámites hasta completar el registro definitivo de la sociedad.

Las pequeñas empresas con poca facturación gozarán también de algunas ventajas en la nueva regulación. Por ejemplo, se eliminará la obligación de presentar las cuentas anuales y la memoria en el registro. El objetivo es reducir la carga administrativa que soportan estas sociedades en más de un 50% a lo largo de los próximos años. El Gobierno se plantea también eliminar los obstáculos a la transmisión de empresas familiares.

El flanco de la financiación será abordado también en la ley, en parte a través de la figura de los business angels, planteada como una forma de que un inversor participe en el capital y en la gestión durante la etapa inicial de la actividad empresarial. Esta figura gozará de ventajas fiscales a través de diversos impuestos, entre ellos el de Sociedades. En la financiación del emprendedor disfrutarán de mayores ventajas los menores de 35 años, a través de los microcréditos.

Dentro de este bloque de ayudas, el Gobierno legislará para que las pymes y autónomos no tengan que pagar por el IVA de las facturas no cobradas.

En paralelo a la ley de Emprendedores, la idea del Gobierno es promover la unidad de mercado en toda España de forma que una empresa pueda funcionar con las mismas reglas en todo el Estado cuando cumpla los requisitos de una sola comunidad autónoma para desarrollar su actividad. Con el fin de supervisar la aplicación de la futura normativa, el Gobierno creará un consejo interterritorial para la unidad de mercado, iniciativa en la que ya trabaja el Ministerio de Economía.