El presidente de ACS, Florentino Pérez, ha planteado al Gobierno que impulse una fusión entre Iberdrola y Gas Natural para crear lo que define como el “gigante nacional” de la energía en España, según han revelado a Vozpópuli fuentes de la operación. ACS ha presentado al Ejecutivo un cuadernillo elaborado por banca de inversión en el que defiende la integración de ambas empresas con un argumento defensivo: evitar que Iberdrola –en la que la constructora tiene un 18,5% del accionariado—sea comprada por compañías extranjeras.
Florentino Pérez se reunió el pasado mes de febrero con el ministro de Industria, José Manuel Soria, para presentarle los términos de esa operación. Según el cuadernillo, la constructora plantea dos escenarios de fusión: la unión de Iberdrola y Gas Natural (presentada como la del “gigante nacional”) y la unión de Iberdrola, Gas Natural y Repsol (presentada como de “gigante internacional”). Ambos blindarían a la eléctrica española frente a la posibilidad de una absorción por parte de rivales internacionales como Électricité de France (EDF) o Gaz de France (GDF) que ya intentaron comprar compañías en nuestro país.
La unión entre Iberdrola y Gas Natural daría lugar, según ese documento, a un gigante con unos beneficios antes de impuestos de más de 10.000 millones de euros que produciría 203.515 GW/h y sumaría más de 50 millones de clientes a nivel mundial.
ACS no quiso ayer hacer ningún comentario oficial sobre el movimiento. La constructora, sin embargo, ya intentó en 2008 entrar en Iberdrola de la mano de quien ahora denuncia como potencial comprador hostil: EDF. Électricité De France compró entonces un 3% de Iberdrola, una maniobra que fue denunciada por la eléctrica española y que dio marcha atrás al intento de absorción.
Pese a las sinergias defendidas por esa propuesta, los expertos del sector consultados aseguran que en este caso “uno y uno no suman dos” ya que los organismos que regulan la competencia obligarían a importantes desinversiones de activos para evitar una situación de monopolio. Gas Natural ya absorbió Unión Fenosa en abril de 2009 y los negocios eléctricos de la gasista e Iberdrola se solaparían de manera considerable.
“Uno y uno no suman dos en esta operación", advierten fuentes del sector
Iberdrola rechaza la operación
La eléctrica no ha querido hacer comentarios sobre lo que califica como “operaciones especulativas”. La compañía no ha sido informada de esa propuesta por ACS, quien posee el 18,5% de su accionariado. Por ese motivo, la empresa no se pronuncia oficialmente sobre el intento de fusión.
Gas Natural también asegura estar al margen de la operación. Según fuentes de la compañía, la gasista no es parte de ese movimiento. De hecho, la gasista española todavía tiene desinversiones pendientes. En su memoria de cierre de 2011, Gas Natural-Fenosa incluyó en su memoria posibles ventas por valor de 75 millones de euros que su informe de auditoría describía como “activos financieros disponibles para la venta”.
La amenaza fantasma
En el sector, la posible amenaza de Gas de France o de Electricité de France se ve con escepticismo. Ambas han perdido más de la mitad de su capitalización bursátil desde que comenzó la crisis y su capacidad de emprender operaciones corporativas internacionales parece menguada. GDF ha perdido un 44% de su valor en los últimos tres años y cotiza a 19,97 euros (frente a los 35,71 que tocó en 2008), mientras que EDF ha caído un 74% y cotiza a 18,8 euros (frente a los 74,38 a los que se compraba en el comienzo de la recesión).
“La operación nace muerta”, concluyen quienes conocen la documentación.
De igual modo, las fuentes del sector consultadas aseguran que los accionistas de Gas Natural no están ahora en disposición de afrontar un proceso de fusión que más que previsiblemente obligaría a realizar nuevos desembolsos. “La operación nace muerta”, concluyen quienes conocen la operación.