Rueda de prensa anual de Juan Roig en Puçol (Valencia), para presentar los números de Mercadona en 2016, que siguen siendo notables. Con 30 nuevas tiendas, la compañía ha aumentado su facturación un 3,9% en un momento en el que además el mercado se mueve entre el estancamiento que indica Kantar o el crecimiento sosegado de Nielsen.
Los supermercados controlados por la familia Roig han obtenido un beneficio de 636 millones de euros. Sin embargo, Roig ha sorprendido a los periodistas congregados en Valencia para anunciar una bajada de beneficio para 2018 y 19: "Ganaremos unos 200 millones, un tercio de lo anterior, entiendo que es difícil de entender por qué hacemos esto, pero si pones por arriba de todo el beneficio es muy difícil tomar determinadas decisiones". Roig ha hablado de buscar más calidad en cada producto, algo que no puede hacerse siempre. "Por ejemplo el sushi hay que venderlo al día, por eso el que no se vende se tira cada día".
Por tanto, se ha prometido invertir hasta 1.200 millones de euros este año, que es "el doble que el anterior". Esta inversión irá en buena parte en remodelación de tiendas y también en el área digital, donde "se va a contratar de forma notable", aunque Roig no ha querido concretar más cuál es su estrategia tras nombrar responsable de e-commerce a su hija Juana Roig Herrero.
Este año el presidente ha introducido variedades e informaciones nuevas para orientar sobre donde puede ir el futuro de la enseña. Por ejemplo, ha confirmado que el 10% de los beneficios fueron en 2016 a dividendos (unos 63 millones de euros): "un 25% del beneficio se va a impuestos, otro 25% nos lo repartimos los trabajadores y luego un 10% se lo reparten los accionistas".