Facebook pierde tiempo de permanencia de los usuarios en su plataforma. Esta es la conclusión del último estudio de Verto Analytics publicado hace unos días, que algunos medios han tomado como presagio de la posible decadencia del gigante 'online'. Pero los rumores sobre el fin de la red social llevan copando los diarios digitales desde hace años y, contra todo pronóstico, la creación de Mark Zuckerberg es ya la gran excepción en las redes sociales tanto por su longevidad (únicamente superada por Linkedin), como por su continuo crecimiento en estos 12 años de vida de usuarios, ingresos y, desde que salió a Bolsa en 2012, en valores bursátiles. ¿Morirá algún día Facebook?
“Nada es para siempre. En algún momento morirá y migrará, al igual que Tuenti se convirtió en una empresa de telefonía móvil”, comenta a Vozpópuli Juan Merodio, asesor internacional en Social Media, Marketing e innovación. El estudio de Verto Analytics estipula que, si bien hace un año los usuarios dedicaban de media 32 horas mensuales a la red social, las cifras han caído en 12 meses hasta las 18 horas. Y ya desde 2015, la empresa de estudios de mercado publicaba otros informes relativos a lo poco que les gustaba Facebook al público joven.
Los menores de 25 años no están en Facebook; en realidad, nunca han estado"
“Los más jóvenes, por debajo de los 25 años, no están en Facebook. Se abrieron en algún momento la cuenta, pero en realidad nunca han estado, no son usuarios activos”, comenta María Redondo, asesora de Social Media en The Plan Company y docente.
Lo que resulta evidente es que cambia el perfil de usuario. Cuando nació Facebook, en 2005, muchos de los que se abrían una cuenta eran “techies”, como los llama Redondo, “gente que estaba a lo último en todas las tendencias” referentes a la tecnología e internet. También aquellos jóvenes que viajaban y querían estar en contacto con sus amigos y familiares en la distancia. Ahora esa gente es 12 años mayor, y en este tiempo han ido sumándose usuarios con menos perfil digital y de más edad, convirtiendo a Facebook en una red que conecta a tres generaciones distintas.
“Ya está casi toda la gente mayor en Facebook”, reconoce Andreass Schou, profesor, investigador y consultor experto en redes sociales. Esto “ha hecho que los jóvenes abandonen la red social: ‘ya están hasta mis abuelos’, dicen; y son más reacios a qué tipo de cosas publican en Facebook".
La plataforma tampoco resulta atractiva a los adolescentes y veinteañeros, quienes prefieren una comunicación visual a través de imágenes y vídeos que textos en un muro. “Se mueven por imágenes, por chat rápido y privado”, expone Redondo. Y les gusta la diversificación, no que, para tener Messenger y Whatsapp, necesiten tener una cuenta de Facebook. “Cuando nacieron Instagram y Snapchat, para ellos resultó un modo genial de comunicación más allá de Facebook”, añade. “El público más joven se salta directamente Facebook y van a otras redes como Instagram”, coincide Merodio.
Rey a base de compras y copias
Pero Facebook nunca fue ajeno a estas tendencias. En 2012 no dudó en invertir 1.000 millones de dólares para comprar Instagram precisamente cuando estaba en auge y para retener, de alguna forma, ese público. Luego, se dedicó a copiar la estrategia de Snapchat, su competidora más directa, al imitar sus ‘stories’ (o vídeos que subía el usuario y que podían verse durante un período determinado de tiempo) tanto en Instagram como en Whatsapp. Como resultado, Instagram está comiendo terreno a Snapchat en número de usuarios.
Otra de las grandes compras de Facebook fue Whatsapp, lo que le ha convertido en un ente "casi indestructible", como reconocen los expertos, que coinciden en Google y Facebook son los que moverán los hilos de la comunicación en internet durante mucho tiempo.
“Facebook ha sido muy bueno en ir adaptándose, manteniendo el pulso todo el tiempo, muy rápidos al comprar Instagram y Whatsapp, al copiar los filtros de Snapchat y ahora evoluciona inspirándose en otras redes”, considera Schou.
Como plataforma social, que Facebook haya perdido gente joven “no quiere decir que deje de funcionar; puede quedarse con un público mayoritario por encima de 30 o 35 años y seguir siendo una red con fuerza, añade Merodio.
Sí como marca, no como red social
Pero una red distinta, al fin y al cabo. Ya no es aquella en la que los usuarios se abrían un perfil para seguir en contacto con personas de distintos países, como en un principio, o para publicar los detalles de la vida personal.
Hoy en día tiene la base de datos más grande y completa sobre toda la población del mundo"
“Facebook ha pasado de ser una web para ver a tus amigos y familiares, a ser una plataforma que conecta las webs, que recoge el rastro de mucho de lo que visitas, acumula información del usuario”, advierte Schou: “Hoy en día tiene la base de datos más grande y completa sobre toda la población del mundo”.
No hace falta entrar en Facebook para que haga todo esto. Basta muchas veces con tener la aplicación en el móvil, o la página abierta en el navegador. “Solamente por navegar, Facebook va incorporando información sobre ti. Si entras a la aplicación y das ‘me gusta’ a algo, o interactúas con las personas, van captando más información; todo eso lo venden (no a nivel individual, sino grupal) a las empresas para que sepan a quién dirigir sus campañas publicitarias”, señala.
Su público objetivo actual, además, los mayores de 25 años, “pueden gastar más en las empresas que se publicitan en Facebook”, añade Redondo, que coincide en que toda esta información que Facebook ha ido recopilando a lo largo de su tiempo de vida, ahora traduce en “ganancias” a través de las apps.
“Ahora vende todo eso que tiene. De hecho, el último cambio de algoritmo que hizo hace que, si ahora una publicidad de una página no está promocionada por la plataforma, es muy difícil que alguien la vea, que aparezca en el muro de una persona”, añade.
Todo esto, sumado a que la compañía de Zuckerberg ha sabido posicionarse y explotar el formato móvil (desde donde accede a la plataforma en torno al 90% de los usuarios, según el último estudio de 2016), hace que sea difícil visualizar un fin cercano a la red social. Lo que sí parece más factible es, como empezaba este artículo con las palabras de Juan Merodio, que “migre” hacia otra forma de negocio. “Irá evolucionando hasta que cambie su modelo de negocio, con todos los conocimientos que tiene de su audiencia y, mientras tanto, seguirá comprando y metiéndose en negocios paralelos”.
Además del negocio por la venta de usuarios, Facebook está apostando fuerte por ser un líder tecnológico y reforzar su identidad de marca. Entre otras acciones, lo reflejan la compra de Oculus y de sus gafas de realidad virtual en 2014, y su proyecto de llevar internet al tercer mundo a través de drones.
¿Y a la plataforma social?
Es cierto que Facebook ha potenciado su plataforma con nuevas tecnologías, como la visualización 360 grados y la apuesta por los vídeos.
“Le quedan, por lo menos, de 3 a 5 años”, expone el asesor internacional: “La causa que la va a matar será la evolución del usuario, que es infiel por naturaleza y va saltando de un lado a otro”.
“Tenemos todos nuestros amigos, fotos y recuerdos ahí; Facebook nos tiene bien cogidos"
No opina lo mismo Schou: “Tenemos todos nuestros amigos, fotos y recuerdos ahí; Facebook nos tiene bien cogidos".
Pero, “como marca, que Facebook no exista, no va a pasar”, concluye María Redondo.