Resulta deprimente observar como los encarcelados por su actuación delictiva en el proceso separatista compiten entre ellos en ver quien se desdice más y mejor ante la justicia. Hay quien afirma, entre los suyos, que es humanamente comprensible que así obren, puesto que cualquier táctica es buena con tal de poder sustraerse al encierro carcelario. Qué decadente afirmación. El separatismo pierde el poco tinte de épica que pudiese tener. Cobardes.