Hay una marca que se llama Tuenti, conocida en toda España, que podría haber sido la tabla de salvación de la gran Telefónica en esta alocada batalla por el reparto de la tarta de la telefonía móvil.
Pero la cruda realidad no ha dejado que así sea. Ni la apuesta low cost del operador dominante ni mucho menos la de su gran oponente, Vodafone, han conseguido frenar la sangría de clientes móviles que huye de las compañías establecidas para transitar terrenos menos convencionales.
Tuenti, la enseña low cost de Movistar, consiguió en el mes de marzo apuntarse 80 altas netas (sí sí, no hay error en los ceros), que sumadas a las de los dos meses anteriores hacen un total de 1.500 nuevos clientes que en el primer trimestre utilizaron la portabilidad para migrar a esta empresa.
Gracias a estos pírricos 1.500 nuevos abonados, Movistar 'sólo' perdió 121.000 clientes móviles entre enero y marzo de este año, según los datos facilitados a Vozpópuli por el sector. El primer operador no consigue dar con la tecla para frenar la huida masiva de abonados.
En tesitura similar se brega el gigante británico Vodafone, que anda como puede parcheando sus miserias con remedios de medio pelo. Su marca low cost, Lowi, que arrancó el año con grandes bríos, consigue arañar 30.000 nuevos abonados al mercado en el primer trimestre.
Orange aguanta mejor que sus competidores y se aferra a Simyo para salvar el trimestre, que se cierra con 51.000 abonados perdidos
Unidos éstos a las 48.000 altas netas conseguidas por ONO, el grupo de cable por el que Vodafone pagó 7.200 millones de euros el pasado año, el gran grupo que en España aglutina estas tres marcas ha cerrado el primer trimestre con la friolera de 128.000 abonados perdidos, clientes que decidieron cambiar a la competencia.
De no haber sido por ONO y Lowi, el batacazo habría sido indescriptible.
Los dos operadores mayoritarios se han dejado hasta marzo en torno a 249.000 clientes, que han sido recibidos con los brazos abiertos en el resto de compañías.
Orange sí que parece ser capaz de rentabilizar su apuesta de bajo coste, al apuntarse 41.000 nuevas altas con Simyo, lo que le ha permitido cerrar el trimestre con una pérdida de 51.000 abonados.
Su 'opada' Jazztel, que no podrá integrarse en el arco del grupo francés hasta que Bruselas dé el 'sí' definitivo en los próximos meses, sigue imbatible: 101.000 nuevos clientes en el primer trimestre (29.000 de ellos en marzo).
Los miles de desertores de los operadores tradicionales también recayeron en el resto de operadores móviles virtuales, que recibieron a 78.000 nuevos clientes.
Yoigo, que tiene red propia, ganó 5.200 abonados en marzo, pero en su cómputo trimestral se dejó 1.000 clientes pese a haber arrancado el año con una agresividad comercial que no se esperaba.