Josep Oliu es una de las figuras clave de la última semana de tensión financiera y política en Cataluña. El presidente de Banco Sabadell ha protagonizado junto a los directivos de CaixaBank las primeras grandes fugas de empresas de la comunidad, ante la desestabilización provocada por el 1-O.
Oliu ha sido el encargado de poner fin a 136 años en los que el banco ha estado registrado en Cataluña a pasar a hacerlo en Alicante. El banquero lo explicó este viernes antes más de 100 directivos del grupo.
En un discurso en el que el Brexit estuvo siempre sobre la mesa, Oliu señaló que "antes que romanticismos, hay que tomar medidas que protejan el negocio".
El banquero explicó que lo que acaba de ocurrir en Cataluña es algo que ha aprendido en Reino Unido. Su filial británica está en Escocia. Y, avisó Oliu, "antes que vuelva a haber un referéndum, nos llevamos el banco a Londres".
Oliu asegura que Sabadell no titubeará ni un segundo si ve amenazado el negocio en Cataluña o donde sea
El presidente de Sabadell tiene claro que la política no puede influir en el negocio. Por ello resistió las presiones que recibió el pasado jueves, cuando se materializó el cambio de domicilio social de Sabadell a Alicante. Primero se reunión con Oriol Junqueras, el vicepresidente económico, y más tarde (cuando ya se había tomado la decisión) con el presidente Carles Puigdemont.
Oliu defiende que Sabadell seguirá siendo un banco catalán por todo el negocio y las oficinas que mantiene en la región. Pero, como ahora, no titubeará ni un segundo si ve amenazado el negocio en Cataluña o donde sea.
