El delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Diego Sanjuanbenito, dijo ayer en el Pleno municipal que el anunciado intercambiador de transportes de la Operación Canalejas “no será un intercambiador de transportes dado que no tendrá conexión con Metro”, aunque dijo que “dará solución de movilidad a la manzana de Canalejas”.
Este intercambiador era una de las dotaciones exigidas al proyecto que, entre otras cosas, ganaba más de 1.000 metros cuadrados hábiles por la modificación de la volumetría interna. Pero, finalmente, no podrá construirse por cuestiones de coste y, sin duda, de financiación.
El coste total del proyecto es una de las grandes incógnitas para una mega obra que tendrá enormes retos desde el plano técnico. Algunas fuentes han cifrado en unos 50 millones de euros el ahorro que supondrá para OHL no conectar la parada de autobuses subterránea con el metro.
El Ayuntamiento de Madrid rescatará la concesión del aparcamiento que actualmente existe en la calle Alcalá, el más antiguo de Madrid explotado por Empark, para poder construir la infraestructura de transportes.
Según fuentes expertas, este párking está muy obsoleto y no cumple con las exigencias de lo que debe ser un aparcamiento en el centro de Madrid en el Siglo XXI. En el futuro, se licitará de nuevo, con la exigencia de una remodelación a fondo. A cambio, se ofrecerán determinadas exenciones temporales del pago de la licencia.
Mariano Palacios, edil de UPyD en el Ayuntamiento, pidió más información sobre quién financiará estas infraestructuras. Lo que está claro es que el anunciado intercambiador para la ciudad de Madrid ya no será lo que se prometía.