Las amenazas del Ministerio de Fomento para intentar convencer al Ayuntamiento de Madrid de que deje de oponerse al proyecto de Distrito Castellana Norte (DCN) no cambiarán la actitud del Consistorio de la capital. Su alcaldesa, Manuela Carmena, está dispuesta a seguir la misma estrategia que con el holding Wanda, que ha advertido en varias ocasiones que dejará el proyecto de reforma del Edificio España (del que es propietario) si el Ayuntamiento no autoriza a llevarla a cabo derribando la fachada.
El grupo chino ha ido incluso un paso más allá que el Ministerio de Fomento, toda vez que ha comenzado a ejecutar su amenaza y ha puesto da la venta el inmueble (aunque no descarta del todo llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento). Por ahora, el departamento que dirige en funciones Ana Pastor se ha limitado a anunciar futuras acciones en el caso de que el Consistorio no desista en su actitud de oponerse al desarrollo de la operación Chamartín: la posible presentación de una denuncia para reclamar al Ayuntamiento los daños por las inversiones que ha hecho en el entorno y un posible traslado de la sede de Renfe fuera del municipio (aunque se mantendría en la Comunidad de Madrid).
Por ahora, el departamento que dirige en funciones Ana Pastor se ha limitado a anunciar futuras acciones en el caso de que el Consistorio no desista en su actitud de oponerse al desarrollo de la operación Chamartín
Las advertencias del Ministerio de Fomento se han sucedido tras las dos reuniones que promovió con el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y DCN (participada mayoritariamente por BBVA) para tratar de acercar posturas acerca del desarrollo de la operación Chamartín. En ambas, el Consistorio apostó por su propio proyecto, denominado Madrid Puerta Norte.
Y entre ambas, el pleno municipal procedió a rechazar de forma definitiva la aprobación del plan parcial que permitía la puesta en marcha del proyecto de DCN.
Dos reuniones, dos amenazas
Así, tras el primero de los encuentros trascendió que Fomento había enviado una carta al Ayuntamiento en la que le advertía de que podría reclamarle los 700 millones de euros que había invertido para que Chamartín se convirtiera en un hub para la alta velocidad (que incluía la construcción del túnel desde la estación de Atocha para que el AVE llegara al norte de Madrid) debido a que el rechazo del plan hacía inviable esta operación.
Al concluir la segunda de las reuniones, el diario El Mundo publicaba que Fomento había planteado al Ayuntamiento la posibilidad de que Renfe cambiara de sede y se marchara de Madrid, un extremo confirmado este lunes por la propia Ana Pastor.
Sin embargo, estos acontecimientos no harán que la corporación municipal se desmarque ni un ápice de la estrategia que se ha seguido hasta ahora. En el seno del equipo de Carmena se valora de forma positiva que el Ayuntamiento no se ha plegado a las exigencias de Wanda en el caso del Edificio España, pese a las amenazas del holding chino que, incluso, ha llegado a ejecutar con la puesta en venta del rascacielos.
El Consistorio sostiene que si se ha mantenido firme en este caso debe hacer lo propio con la operación Chamartín. Pero además, hay un segundo factor que influye en la decisión de Carmena: el resultado de las próximas elecciones generales podría cambiar el signo del actual Gobierno central, que es una de las bazas que el Ayuntamiento está jugando para tratar de que su proyecto para el norte de Madrid –rechazado por la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento- termine por imponerse.