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Si Amazon llega tarde, puedes reclamarle el doble del precio del producto

La Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios protege también a quienes compran por Internet

  • Amazon arrasa en España: 3,7 millones de visitas cada día en su web

Las compras por Internet están a la orden del día, sobre todo desde teléfonos móviles y tabletas. De hecho seis de cada diez españoles son compradores habituales desde estos dispositivos. 

No lo están tanto, sin embargo, los derechos que nos amparan cuando realizamos el pedido de un producto deseado. Muchas veces esto se debe al desconocimiento de los propios derechos, y otras a cómo realizar las reclamaciones. En este último caso las asociaciones de consumidores son una solución a tener muy en cuenta porque facilitan mucho las cosas.

Uno de los derechos que el usuario desconoce, y que quizá sea de los más interesantes, es el que tiene a recibir el doble del importe gastado en un producto cuando llega fuera del plazo acordado sin justificación alguna.

Existe un plazo de 14 días desde la recepción del producto en el que el comprador puede devolverlo sin justificación, aunque tendrá que hacerse cargo de los gastos de envío

La Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios es clara en este sentido: "En caso de retraso injustificado por parte del empresario respecto a la devolución de las sumas abonadas, el consumidor y usuario podrá reclamar que se le pague el doble del importe adeudado, sin perjuicio a su derecho de ser indemnizado por los daños y perjuicios sufridos en lo que excedan de dicha cantidad".

El comparador de precios Idealo.es ha recogido también varios puntos a tener en cuenta hoy, en el en el Día de los Derechos del Consumidor, cuando se realizan compras por Internet. Uno de ellos es la obligación que el vendedor tiene de identificarse como empresa. Tiene que mostrar en la web su NIF, denominación social y datos de contacto para que el usuario pueda contactar con él. Esto facilita mucho las cosas en el caso de que surja cualquier discusión durante la compra o después de la misma. Las compañías que realizan operaciones de comercio electrónico en España están obligadas a declarar estos datos.

También se tiene el derecho a conocer los gastos de envío, condiciones y plazos de entrega del producto. El plazo máximo de envío debe ser de 30 días. Si el vendedor no puede cumplir dentro con esta ventana temporal, debe notificárselo al comprador, que puede finalizar el proceso y recuperar su dinero.

En caso de retraso injustificado por parte del empresario respecto a la devolución de las sumas abonadas, el consumidor y usuario podrá reclamar que se le pague el doble del importe adeudado"

Además, los consumidores tienen derecho a saber qué se hará con sus datos personales, para qué se utilizarán a posteriori. Este es un dato a tener en cuenta, y que se verá reforzado con la llegada de la GDPR -la ley europea de protección de datos- que entrará en vigor el 25 de mayo.

Por otra parte, el comprador tiene derecho a efectuar el pago de la forma que crea más conveniente de entre las diferentes opciones que ofrezca el vendedor, y sin recargo alguno. Para que el proceso de compra sea seguro es importante verificar la web en la que estamos realizando la compra, que debe contar con un certificado de seguridad -un candado en la barra de direcciones- y una dirección que comience por las letras 'https'. 

Uno de los aspectos que más preocupa al consumidor cuando compra por Internet es el de las devoluciones. En este sentido, existe un plazo de 14 días desde la recepción del producto en el que el comprador puede devolverlo sin justificación, aunque tendrá que hacerse cargo de los gastos de envío. En el caso de que el producto no admitiera devoluciones, sería necesario especificarlo en el proceso de venta. Si el producto recibido está dañado o no funciona, el consumidor tiene derecho a su reparación o sustitución sin coste adicional.

La realidad

A pesar de que estos derechos amparan al comprador por Internet, las asociaciones de usuarios aseguran que estos no se defienden como se debería.

"La falta de mecanismos de control y sanciones contundentes de las autoridades de protección al consumidor, que son las comunidades autónomas, provoca que cuando determinadas empresas incumplen la normativa haya mucha impunidad y el consumidor se encuentre desprotegido".

Para que la compra sea segura la web debe contar con un certificado de seguridad -un candado en la barra de direcciones- y una dirección que comience con las letras 'https'

Las ventas internacionales son otro problema. Si es difícil reclamar los derechos cuando compramos en comercios ubicados en España, lo es mucho más difícil cuando compramos fuera de nuestras fronteras.

"Cuando la transacción es desde España con un país extranjero, ya sea de la UE o fuera de ella, no es que la cosa se eternice, es que las autoridades no hacen nada, con lo que aumenta el riesgo a la hora de comprar desde Internet a empresas de fuera de nuestro país", concluye Sánchez.

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