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Los acreedores de Pescanova alertan de que el ebitda de 2011 está inflado en un 30% aproximadamente

No son 183 milliones de euros, la cifra está inflada, según afirman desde el entorno de los bancos acreedores. Con este escenario, se complica todavía más la posible viabilidad de la empresa, una vez que Deloitte toma las riendas concursales. 

No sólo la deuda de Pescanova es un engaño, sino que las cifras de negocio operativo también estaban infladas. Así lo afirman fuentes relacionadas directamente con las entidades acreedores, que ya en su momento alertaron que habían tenido lugar ventas no declaradas de acciones de la empresa antes de ser presentado el preconcurso.

La entidad alimentaria gallega declaró en sus cuentas de 2011 un ebitda bruto de 183 millones de euros. Las de 2012 no están presentadas, como es del dominio público. Las fuentes financieras con posición acreedora sobre Pescanova señalan que “por el poco acceso que hemos tenido a la información, podemos decir que el ebitda conocido también está inflado, y no está en el entorno de los 180 millones, sino de los 140”.

Esta es una cuestión capital para establecer planes de viabilidad sobre la compañía. La CNMV nombró el pasado viernes a Deloitte como administrador concursal y será quien deberá llevar a resolución la suspensión de pagos de la entidad.

Para llevar a cabo cualquier plan de viabilidad, “habrá que hacer algo tan sencillo como señalar el volumen real de la deuda y a partir de ahí, establecer qué tamaño es sostenible con la cifra de negocio de la compañía. Lo demás, deberá ser liquidado”, comentan las fuentes.

La menos cifra de negocio añade más dificultad a un proceso que será complejo y que pasará, sin duda, por el nombramiento de un nuevo equipo gestor al completo. Esta nueva directiva, que cuente con la confianza de los acreedores y la administración concursal, será la que deberá hacerse cargo del negocio.

Capitalizar deuda

Esto no es algo decidido, pero “Pescanova es algo muy grande como para liquidarla sin más”, apuntan las fuentes. “Estamos convencidos de que nos tocará a los bancos capitalizar la deuda, asumir una quita y aguardar, confiando en que la empresa pueda ser reflotada”.

A eso habrá que incluirle una venta de activos y una reducción de perímetro sostenible. “Esto no es Lehman Brothers, aquí hay un negocio real, con ventas diarias, con clientes muy buenos como pueden ser Mercadona, a los que se vende marca blanca, pero el agujero es muy grande, cercano a los 3.000 millones de euros”.

Ya no hay 'steering'

Otro apunte más: desde la solicitud oficial de concurso, ya no hay steering comité. Los acreedores están en fase de esperar y ver. Confían en sacar adelante la compañía, aunque sólo en el caso de los españoles: “los extranjeros quieren irse y habrá que recomprarles sus paquetes de deuda, eso sí, con la correspondiente quita”.

En este sentido, “están mostrando interés algunos fondos buitre. Pero el proceso ha sido de locos. Una vez constituido el núcleo de acreedores, aparecieron algunos más de manera inesperada (apuntan entidades italianas, pero no dan el nombre), con 15 o 20 millones de euros de deuda. La compañía no había hecho referencia a ellos en ningún momento”. 

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