Únicamente tres alternativas: ampliación de capital, inyección de dinero público o entrar en una operación de integración con La Caixa. El consejo del Popular tuvo que decidir entre uno estos tres caminos tras el ejercicio de Oliver Wyman que descubrió un déficit de capital de 3.223 millones. La mayoría de los accionistas de referencia apoyaron la fórmula de la ampliación de capital para asegurar el futuro en solitario de la entidad. "Es una prueba inequívoca de que los principales socios apoyarán el proceso con la adquisición de los nuevos títulos que salgan al mercado", aseguran fuentes conocedoras del proceso.
El debate entre ambas alternativas se produjo en el consejo extraordinario celebrado el pasado 30 de septiembre. Antes de la votación, Ángel Ron, presidente de la entidad, explicó a los miembros del consejo las negociaciones que había venido manteniendo con el grupo catalán. En caso de acuerdo, el Popular quedaría como entidad secundaria en el nuevo grupo. La Caixa busca la fusión con un banco tradicional con un doble objetivo: por un lado, españolizar la entidad; por otro, lograr margen (el beneficio que genera el negocio en la red) ante la depedencia de Caixabank del resultado de sus principales participadas (Telefónica, Repsol o Inbursa).
"El futuro del banco está en juego. Los socios de referencia acudirán a la ampliación", admiten fuentes conocedoras del proceso
Finalmente, el consejo, que cuenta con el 42% del accionariado del Popular, apostó por acometer una ampliación de capital de hasta 2.500 millones. En la entidad confían en que los socios de referencia aporten alrededor de 1.000 millones de euros, con lo que la entidad prácticamente rebajaría sus necesidades de capital por debajo del 2% de sus activos ponderados por riesgo (APR), evitando así la nacionalización. El Pouplar confía en dejar sus necesidades de capital a cero con la venta de su negocio por internet, el de las tarjetas de créditos y la creación interna de un 'banco malo'.
"En los últimos meses, algunos socios importantes (Allianz y el grupo luso Amorim) han estado vendiendo paquetes de acciones por el castigo bursátil que venía recibiendo el banco, en la línea del resto de entidades financieras españolas. Sin embargo, por la declaración de intenciones que se expresó en ese consejo, nadie va a dejar de apoyar al banco en estos momentos. Está en juego su futuro", admiten estas fuentes participantes en el proceso. Un estudio de Bankia, sobre la ampliación del Popular, corrobora esta tesis. "Los accionistas presentes en el consejo de administración del Popular acudirán a la ampliación de capital del banco con una aportación de 1.100 millones de euros", asegura el informe de Bankia Bolsa titulado "Vista a la compañía: Recuperando las constantes vitales".
Con independencia del apoyo final del consejo, el Popular está convencido del éxito del proceso al contar con una demanda por parte de diez bancos colocadores por valor de 7.500 millones, tres veces lo ofertado. Santander y BBVA se encuentran entre ese grupo de entidades que ejercerán la colocación del banco presidido por Ángel Ron, proceso que se llevará a cabo previsiblemente en noviembre.
Según los datos enviados a la CNMV, cada título se venderá a 0,40 euros, lo que implica un descuento del 73% sobre su cotización actual
Del total de quince bancos candidatos que se han ofrecido, diez grandes bancos serán los que finalmente se encargarán de llevar a cabo la colocación, o en su defecto, de adquirir las acciones del tramo que se les haya asignado. El Popular ha contratado a UBS y Deutsche Bank para la búsqueda de inversores que entren en el proceso.
Según la documentación remitida por el Popular a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el objetivo es vender un máximo de 6.250 millones de acciones para cubrir ese máximo de 2.500 millones de euros. Por tanto, cada título se venderá a 0,40 euros, lo que implicará un descuento del 73% sobre su actual cotización actual. Esta importante rebaja implicará una dilución del 75% para los actuales accionistas, dado que la entidad con un volumen de títulos de 8.297 millones. Las acciones del banco cerraron ayer a 1,43 euros.
Esta rebaja del 73% supone la parte más conservadora del rango. La intención del Popular es conseguir un rango de precio similar al de las últimas colocaciones en el mercado. El objetivo es la rebaja del 40% logrado por el Sabadell en la ampliación que llevó a cabo para absorber el Banco CAM.