El Gobierno español ha tenido que improvisar casi de un día para otro una visita relámpago a México ante el agravamiento de la guerra abierta por Pemex contra la dirección de Repsol, de la que es accionista histórico con un 9,4%. No hay duda ya de que el conflicto entre los dos gigantes petroleros trasciende la arena empresarial para convertirse en un problema entre Estados, lo que ha obligado a Mariano Rajoy a mover ficha.
El ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, viajó por sorpresa el pasado viernes a México DF para reunirse de urgencia con su homólogo mexicano, Pedro Joaquín Coldwell, y con el máximo ejecutivo de Pemex, Emilio Lozoya, que desde hace semanas viene criticando duramente la gestión de Antonio Brufau al frente de Repsol y su falta de diligencia en la búsqueda de una solución al conflicto que libra con Argentina por la expropiación del 51% deYPF.
Rajoy ha movido ficha al mandar a Soria a México, después de que Peña Nieto se quejara en Panamá de que el conflicto de Repsol con Argentina está perjudicando los intereses mexicanos en el país austral
Inicialmente, estaba previsto que Soria fuera directamente a EEUU en el marco del viaje oficial de los Príncipes de Asturias. La primera parada estaba prevista para el pasado sábado en California, donde se iban a celebrar una serie de encuentros en diferentes ciudades, algunos de ellos de corte empresarial (Santa Bárbara y Palo Alto).
Sin embargo, el Gobierno decidió a última hora adelantar el viaje de Soria para que el ministro pudiera hacer una parada estratégica en la capital mexicana, según confirman varias fuentes cercanas al Ministerio de Industria. El jueves por la tarde se anunció en nota oficial que el ministro partía de visita oficial a México y EEUU, sin dar detalle alguno sobre el propósito real de la primera parada. Según la nota, Soria, que por adelantar el viaje no pudo asistir al Consejo de Ministros del viernes, "mantendrá en México un encuentro con exportadores, importadores y empresas españolas con intereses en el país".
No era este el propósito de su visita, sino el de pulsar la posición del Gobierno de Enrique Peña Nieto sobre el conflicto de Repsol y sobre los planes de inversión previstos por Pemex en España.
El jueves por la tarde se anunció que Soria pararía primero en México, pero no se dijo que el objetivo de su visita era reunirse con Coldwell y el combativo Lozoya
Tanto Coldwell como Lozoya trataron de dar un mensaje tranquilizador al miembro del Ejecutivo español, que consiguió un compromiso verbal de que Pemex mantendrá los planes de contratar con los astilleros gallegos la construcción de dos barcos hoteles, en línea con el acuerdo suscrito en mayo de 2012 entre la petrolera mexicana y la Xunta.
Se da la circunstancia de que Pemex ha convocado un concurso internacional para adjudicar la construcción de estos dos barcos y a él concurren ocho ofertas, una de ellas la española. El proceso, al que también se han presentado astilleros noruegos, singapuríes y mexicanos, se mantiene en 'stand by', en lo que ha sido interpretado como una medida de presión de la petrolera mexicana al Gobierno español para que fuerce un acuerdo de Repsol con Argentina. Esto permitiría a Pemex comenzar a firmar acuerdos con YPF para explotar pozos petrolíferos en el país austral.
Pemex dice que mantiene sus planes para encargar dos barcos a los astilleros gallegos, pero en paralelo ha puesto en marcha un concurso internacional para adjudicarlos, al que se han presentado ocho ofertas
"A mí Pemex me ha transmitido que todos los compromisos a los que se ha llegado por parte de México y por parte de Pemex a lo largo de los últimos meses se van a cumplir", dijo Soria tras el encuentro. Sobre el conflicto con Repsol, el ministro recalcó: "Yo espero que por parte de los grupos (Pemex y Repsol) haya el nivel de diálogo necesario para llegar a una solución".
Desde que Peña Nieto se quejara a Rajoy en el almuerzo privado del 19 de octubre en Panamá de que la dirección de Repsol no está haciendo lo suficiente por sellar un acuerdo con Kirchner, lo que está entorpeciendo los intereses de México en el país austral, la guerra de guerrillas de Pemex no ha hecho más que crecer. Hasta el punto de que esto está afectando ya a los astilleros gallegos, que siguen sin carga de trabajo por el bloqueo a la contratación de los dos barcos.
De ahí que Soria haya hecho este viaje relámpago al DF. Al día siguiente, el ministro tuvo la oportunidad de compartir con Brufau los mensajes que el Ejecutivo mexicano le ha trasladado sobre el conflicto. El presidente de Repsol, al igual que otros altos ejecutivos, asistieron en Santa Bárbara al evento empresarial organizado con motivo de la visita oficial a EEUU.