Al contrario que otras compañías extranjeras en Venezuela, Repsol sostiene que la misma ley venezolana le permite repatriar dividendos de sus filiales en el país. Mientras que otras multinacionales españolas han sufrido en sus últimas cuentas la devaluación del bolívar así como la imposibilidad de repatriar fondos, Repsol únicamente provisionó en su ejercicio del pasado año 56 millones de euros por la caída de valoración de uno de sus proyectos en el país.
"Desde el punto de vista legal no existe ninguna restricción significativa para que nuestras empresas en Venezuela transfieran fondos en forma de dividendos en efectivo o para reembolsar préstamos o anticipos recibidos o para cumplir, en general, con sus obligaciones contractuales", explica Repsol en respuesta a cuestiones planteadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La CNMV envió a Repsol el pasado mes de junio un requerimiento de aclaración a cuestiones relacionadas con las cuentas del grupo energético de 2015. La multinacional española respondió al regulador del mercado a finales del mes pasado. Entre otras cuestiones, el organismo pide a la compañía que indique cualquier "restricción significativa que pudiera existir sobre la capacidad de las dependientes, negocios conjuntos, o entidades asociadas en Venezuela para transferir fondos en forma de dividendos en efectivo o reembolsar préstamos o anticipos realizados".
Repsol no tiene intención por ahora de repatriar dividendos
El grupo presidido por Antonio Brufau señala que el "especial régimen cambiario aplicable a las empresas de hidrocarburos en Venezuela permite mantener divisas en cuentas en el exterior". Repsol destaca "el derecho" a percibir en divisas los dividendos de las principales empresas venezolanas en las que participa, y advierte que en las empresas mixtas en cuyo capital está presente "es un derecho reconocido a los socios por acto de la Asamblea Nacional". Y añade que en el caso de Cardón IV (el mayor hallazgo de gas en la historia de Repsol y de Venezuela, ubicado en el Golfo de Venezuela) "son los estatutos los que reconocen expresamente ese derecho".
En sus cuentas de 2015, Repsol también insiste en que la Ley Orgánica de Hidrocarburos de Venezuela no establece restricciones a las empresas mixtas "para transferir fondos en forma de dividendos en efectivo, reembolso de préstamos o anticipos realizados por sus accionistas en moneda extranjera (USD)". El grupo español explica que en Venezuela las actividades relativas a la exploración en busca de yacimientos de hidrocarburos, la extracción, recolección, transporte y almacenamiento, están reservadas al Estado quien las realiza directamente o mediante empresas mixtas en las que ostente una participación mayor del 50% del capital social. De los volúmenes de hidrocarburos extraídos de cualquier yacimiento "el Estado tiene derecho a una participación de 30% como regalía", sin perjuicio del pago de los impuestos que procedan.
La posición de Repsol respecto a la posibilidad de repatriar dividendos difiere de la que mantienen, por ejemplo, las aerolíneas extranjeras presentes en el país. La Asociación Nacional del Transporte Aéreo (Iata), volvió a reclamar el pasado mes de junio al Gobierno de Venezuela que libere 3.800 millones de dólares que tiene retenidos a aerolíneas. La organización señaló que este año el país sólo ha permitido una solicitud de repatriación de dinero. La aerolínea alemana Lufthansa y la chilena Latam han anunciado la suspensión de vuelos al país.
En todo caso, señalan fuentes consultadas en Repsol, la compañía ahora en Venezuela no está en disposición de repatriar dividendos, sino en posición inversora. Cuando los proyectos avancen y se mantenga la producción, Repsol defenderá sus derechos para cobrar dividendos en dólares si así decide hacerlo.
Proyecto Ypergas
La CNMV hurga algo más en la situación financiera y contable de Repsol en Venezuela cuando requiere a la empresa que aclare qué criterios ha seguido para provisionar sólo 56 millones de euros por financiación otorgada a negocios en el país, cuando la financiación total asciende, a 31 de diciembre de 2015, a 2.400 millones de euros.
En su contestación al regulador del mercado español, el pasado 28 de julio, Repsol responde que esos 56 millones corresponde a la cuenta a cobrar por financiación otorgada a Yperglas, en la que el grupo español participa con un 11,67%. En el caso de este proyecto, en el que también participa el grupo francés Total, los ingresos están sujetos a una tarifa de precios que se liquida en bolívares, "lo que, en el actual contexto, hace que se trate de un proyecto poco viable y que haya quedado temporalmente en suspenso el proyecto de ampliación de capacidad". Esta situación, subraya Repsol, "no afectó al resto de la financiación concedida a nuestros negocios en Venezuela".
En sus cuentas de 2015 Repsol indica que su exposición patrimonial en Venezuela es de 2.400 millones de euros, una vez registrados determinados deterioros, que incluyen fundamentalmente la financiación en dólares otorgada a las filiales en el país.
En las mismas cuentas del pasado ejercicio el grupo español registra un deterioro en Venezuela de 408 millones de euros, que refleja "no solo el descenso de los precios del crudo sino también las incertidumbres asociadas a la situación económica y cambiaria". En 2015 Repsol registró deterioros en el sector Upstream (que engloba las actividades de exploración y producción de petróleo y gas natural) por valor total de 3.399 millones de euros. En Norteamérica el grupo registró un deterioro por valor de 1.073 millones de euros; de 553 millones en el sudeste asiático (Malasia, Papúa Nueva Guinea, Indonesia, y Vietnam); de 834 millones en Latinoamérica (Venezuela y Colombia); de 383 millones en Europa y norte de Áfica (principalmente Noruega y Argelia); y de 556 millones en activos exploratorios.
Efecto divisas
La devaluación del bolívar tampoco ha afectado a Repsol como a otras multinacionales presentes en Venezuela. Telefónica decidió a principios del pasado año aplicar un tipo de cambio en sus cuentas más bajo del bolívar que le ha supuesto un impacto en su patrimonio cercano a los 3.000 millones de euros. La devaluación del bolívar también llevó el pasado año a BBVA a recalcular el valor neto de su participación en BBVA Provincial, lo que supuso un recorte de 1.447 millones de euros en sus reservas.
Repsol subraya que mantiene el dólar como moneda funcional en la mayoría de sus negocios en Venezuela, y que en las empresas en las que participa cuya moneda funcional es el bolívar, ha tomado en cuenta un determinado tipo de cambio que de todas formas, asegura, no tendría un impacto significativo. En Venezuela, al término de 2015, convivían tres tipos de cambio del bolívar, cambio oficial, cambio SICAD, y cambio SIMADI.