Es la primera vez en la historia reciente que YPF, la exfilial de Repsol que fue expropiada hace un año por Kirchner, celebra su junta de accionistas por la tarde. El 30 de abril, la petrolera argentina, a petición del Gobierno que como accionista no se había estudiado a fondo los puntos del orden del día, suspendió la junta, que se pospuso para el 30 de mayo.
Un día después, el 31, era Repsol la que celebraba su junta en Madrid. Los asesores de YPF recomendaron que la junta fuera por la tarde y así se hizo saber a los periodistas que escriben para medios españoles.
La maniobra mediática pasaba por montar ruido la tarde previa para que la junta de Madrid fuese caliente. Y así fue, al menos en parte, pues Antonio Brufau, presidente de Repsol y hasta mayo de 2012 también de YPF, tuvo que defenderse de las acusaciones de haber cobrado sobresueldos (él y su equipo) cuando estaban al frente de la petrolera argentina.
Brufau anunció que habría demandas en Argentina para defender su honor si YPF cumplía sus amenazas.
Pero parece ser que el equipo jurídico de la petrolera sopesa ahora no demandar a los directivos españoles que llevaron la gestión de YPF, según las fuentes consultadas en Argentina. Lo que iba a ser una demanda judicial se ha quedado, sobre el papel, en una “acción social de responsabilidad (…) contra su expresidente Antonio Brufau y/o contra los directores que hubieran percibido remuneraciones en exceso a lo aprobado por las respectivas asambleas y/o contra aquellos que por acción u omisión hubieran actuado negligentemente en perjuicio del interés social respecto de los hechos antes relatados”, según la información enviada por YPF al supervisor de la Bolsa de Buenos Aires.
De hecho, YPF introduce una “o” al lado de la “y” que permitiría dejar a Brufau fuera de la acción social (“contra Brufau y/o contra los directores…”).
Las fuentes consultadas señalan que YPF no cuenta con “argumentación jurídica ni indicios reales de que Brufau y su gente pudieran haberse saltado las normas de la casa al fijarse las retribuciones”.
El caso es que la petrolera controlada por el Gobierno argentino fijó inicialmente en 30 millones de euros la cantidad que habrían cobrado los ejecutivos españoles en sobresueldos sólo en 2011. Pero tras la junta del pasado jueves, YPF considera que estos 30 millones se podrían haber cobrado no sólo en 2011, sino desde 2003 (cuando aún estaba al frente de Repsol Alfonso Cortina) hasta la fecha actual.
