Prosigue la batalla por demostrar si Bankia era solvente cuando salió a Bolsa. La catedrática de Economía Financiera y Contabilidad y exconsejera de la entidad, Araceli Mora, ha remitido un escrito al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, en el que rebate los argumentos de los dos peritos del Banco de España, que en un contrainforme de marzo concluyeron que la salida a Bolsa de Bankia fue un fraude debido a que entre otras razones el banco presidido entonces por Rodrigo Rato no contaba con provisiones suficientes para cubrir todas las pérdidas detectadas.
En concreto, el inspector del Banco de España Víctor Busquets, en su informe de marzo de 2016, consideraba un "claro caso de fraude" que BFA-Bankia hubiera cargado contra reservas cerca de 7.619 millones de euros en ajustes por pérdidas en el momento de la fusión de las 7 cajas, y no contra resultados, lo que hubiese mostrado a su juicio la verdadera situación de la entidad. El escrito de Araceli Mora al que ha tenido acceso Vozpópuli, sin embargo, rebate estos argumentos y tilda de "absurda" la conclusión de los peritos de que no existieran estas citadas provisiones, que precisamente Bankia ha vuelto a ratificar en otro reciente escrito remitido al juzgado el pasado 22 de septiembre.
El escrito de la exconsejera, experta en contabilidad financiera, está elaborado con la fórmula de preguntas y respuestas, con las que pretende contradecir a los peritos, que concluyeron que el proceso de combinación de negocios de siete cajas que conllevó la creación de BFA arrasó "las provisiones que se hubieran constituido sobre una cartera de inversión crediticia, dejándolas sin efecto ni valor como si de una tábula rasa se tratara".
Bien al contrario, a su primera pregunta ("¿Debe existir un saldo de provisiones en el balance inicial de una entidad de nueva creación resultante de una combinación de negocios?") Mora responde de forma rotunda con un "SÍ" mayúsculo y subrayado. Y es que según explica, la normativa contable aplicable (las NIIF) indican que las combinaciones de negocio en ningún caso elimina el saldos de provisiones, "sino que lo altera como consecuencia de la aplicación de otro criterio de valoración de las mismas -el valor razonable- distinto al criterio que establece la normativa para esas mismas inversiones antes de su aportación a la nueva entidad". Es decir, que los activos y pasivos, y las provisiones, se traspasan a la nueva entidad manteniendo coherencia respecto a las entidades originales.
la provisión total (...) iba a ser mayor en BFA que la provisión total que tenían esas mismas inversiones en las cajas
A continuación, Mora pasa a calcular la provisión total que debía contabilizarse en BFA en el momento de su fusión. En la medida que la puesta en valor razonable de los activos implicó que éstos se depreciaran al integrarse en BFA, "esto implicó que la provisión total (...) iba a ser mayor en BFA que la provisión total que tenían esas mismas inversiones en las cajas", explica. Es decir, que estas provisiones, tanto genéricas como específicas, procedían de minorar el valor de las inversiones en los balances en el momento mismo de la creación de la matriz de Bankia, y eran mayores que la suma total de las dotaciones reflejadas en los balances de las cajas. "Y esa difererencia entre esos saldos de provisiones es lo que conocemos como provisión específica no asignada, resultante del proceso de combinación de negocios", señala la catedrática en su escrito.
En opinión de la exconsejera, de acuerdo con la normativa contable "es una exigencia imperativa que exista un saldo de provisiones por insolvencias en el momento de la fecha de creación a efectos contables de BFA". Precisamente en la existencia o no de estas provisiones específicas no asignadas es donde se ha fijado la principal batalla del caso Bankia, toda vez que las mismas establecen la diferencia entre la solvencia o insolvencia del banco en el momento de su salida a Bolsa. Lo que a su vez determina que la OPS fue o no una estafa. Tanto los peritos como la acusación popular (el sindicato CIC) están seguros de que dichas provisiones no existían, mientras que las defensas e incluso el Banco de España y la propia Bankia aseguran que las dotaciones existían. Será el juez Andreu el que decida qué partes personadas tienen más credibilidad.
No podía llevarse a pérdidas
En otra de sus respuestas, Araceli Mora explica que el ajuste de los activos a valor razonable implica un efecto sobre las reservas de la entidad, no sobre su cuenta de resultados. Sería por tanto a partir de la fusión, con la evolución posterior de la entidad ya creada, cuando las futuras provisiones sí que tendrían que anotarse en la cuenta de pérdidas y ganancias.
La académica recalca que "bajo cualquier criterio" no deben existir en las cuentas de ganancias y pérdidas en el momento de la fusión de las siete cajas un cargo por las provisiones. "Puesto que BFA nace a efectos contables con fecha 31 de diciembre de 2010, es obvio que a esa fecha ni puede ni debe existir ningún cargo, ni ningún abono, a la cuenta de pérdidas y ganancias de BFA por provisiones", insiste, al tiempo que subraya que en el momento de su creación este saldo ha de ser cero. Más adelante, en su escrito la catedrática argumenta que tanto el saldo de provisiones existente en el momento de la creación de BFA en diciembre de 2010, como la evolución de las mismas a lo largo del ejercicio 2011 son "perfectamente coherentes" con la información disponible entonces por parte de la consejera.