En 2023, las empresas no financieras del IBEX incrementaron su deuda neta global en 4.132 millones de euros, hasta los 182.381 millones de euros. Esto representa un aumento del 2,3% en comparación con 2022. Este aumento se produjo en un contexto en el que los tipos de interés escalaron al 4,5%, lo que incrementó los costes de financiación, pero algunas empresas lograron navegar la situación y disminuir su carga financiera durante ese año.
La compañía que más ha logrado reducir su endeudamiento en términos porcentuales es Sacyr, con un recorte del 51%, pasando de 546 millones de euros en diciembre de 2022 a 269 millones al cierre de 2023. Además, su ratio de deuda neta con recurso sobre EBITDA y distribuciones de activos concesionales se sitúa en 0,8 veces comparado con 1,6x de 2022, mostrando una posición sólida en términos de endeudamiento.
Según explicó la empresa, las operaciones de venta de Valoriza y Sacyr Facilities, así como la rotación de participaciones minoritarias en Autovía del Eresma (España) y N6 (Irlanda), contribuyeron el año pasado a alcanzar el objetivo de reducción de la deuda.
Acerinox también ha destacado por su capacidad para reducir su deuda financiera neta en un 23%, hasta los 341 millones con su ratio de deuda sobre su beneficio operativo situándose en 0,49x. Según la empresa, “esta reducción se ha atribuido a la generación de caja de la compañía, que ha permitido invertir en nuevas iniciativas estratégicas y recompensar a los accionistas con atractivos dividendos”.
Fluidra ha logrado reducir su deuda neta en aproximadamente 150 millones de euros, lo que representa un descenso del 11% en comparación con el año anterior y supone un ratio de deuda sobre Ebitda de 2,6x. Esta disminución se ha atribuido a una rigurosa gestión del capital circulante, lo que refleja la capacidad de generación de caja de la empresa. El recorte de la deuda ha permitido que, a pesar de menores ventas, el apalancamiento se ha mantenido estable en comparación con el año anterior.
En el caso de Repsol, la deuda neta se situó en 2.096 millones de euros al cierre del cuarto trimestre de 2023, lo que representa una disminución de 160 millones con respecto al cierre de 2022, con una ratio de apalancamiento de 0,2x. La compañía explica que “esta reducción se ha atribuido a una sólida generación de flujo de caja de las operaciones durante el año, que superó a las inversiones orgánicas, intereses y dividendos en efectivo".
Finalmente, Amadeus ha logrado reducir su deuda financiera neta en un 6% en comparación con el año anterior, situándose en 2.141 millones de euros al cierre de 2023, cifra equivalente a 1,0 veces su beneficio operativo. Esta solidez financiera ha permitido a la empresa “no solo mantener la retribución ordinaria al accionista, sino también anunciar programas de recompra de acciones que totalizaron más de 1.000 millones de euros en 2023”.