Tras ocho años de crisis económica y saneamiento financiero, todavía uno de cada tres créditos concedidos por la banca al sector de la construcción es moroso. Las constructoras, con un 32% de tasa de morosidad, son el sector empresarial con mayor porcentaje de impagos, y casi duplican al segundo sector más dañiño para las entidades financieras (el sector servicios, con un 17% de mora), según datos extraídos del informe Evolución del Crédito a Empresas por Sectores de Actividad, realizado por la consultora AIS Group.
De media, la tasa de mora de las empresas en España se situaba en el 17,6% en marzo de 2015, dos puntos porcentuales por debajo de los niveles registrados un año antes. Pese al descenso general, los niveles siguen muy por encima de la morosidad general de la banca (10,56% en octubre). "En términos de volumen de créditos dudosos, éstos alcanzan los 119.000 millones de euros", según explican desde AIS Group, que estiman en unos 100.000 millones el incremento en los dudosos respecto al inicio de la crisis.
La construcción es el sector que más afecta negativamente a la banca por la morosidad de sus créditos, si bien es el de los servicios el que más volumen total aglutina. Y es éste, según las estadísticas, el que mejor comportamiento ha tenido en los últimos dos años, pasando del entorno del 20% de mora a caer al 17% (ver gráfico superior).
Hay en el subsector de los servicios, sin embargo, un agujero aún mayor para la banca que las constructoras. Se trata del negocio de las inmobiliarias, que en 2015 presentan una tasa de morosidad del 34,7% según los cálculos de AIS Group. En el otro lado del espectro están la intermediación financiera y otros servicios, con morosidades en el entorno del 10%.
El crédito a empresas cae en 300.000 millones
La falta de demanda solvente y la necesidad de los bancos de sanearse durante la crisis ha supuesto una caída en picado de la cantidad de crédito disponible para la economía productiva. De hecho, según el estudio de AIS group, el volumen de crédito ha caído en 300.000 millones de euros en los últimos siete años. En 2008 las empresas gozaban en su conjunto de una financiación superior al billón de euros, y en 2015 esta cifra se ha reducido a 676.000 millones de euros.
Al margen de los propios competidores, es precisamente el acceso a la financiación la segunda mayor preocupación de los empresarios españoles, por encima incluso de la captación de clientes. Y es que la ausencia de crédito y por ello el riesgo de liquidez puede suponer la caída incluso de una empresa solvente. Desde el inicio de la crisis el crédito vivo disponibles para las empresas no ha hecho sino descender. Solo en 2014 retrocedió un 5%, por encima del descenso registrado en crédito a familias y al sector financiero.
