La compra del 8% del Bank of Shanghai por parte de Santander a principios de diciembre -pagaron 650 millones de dólares- es otro caso de "lugar erróneo, momento erróneo", según el analista de CNN Money Stephen Gandel. Gandel opina que la estrategia de Emilio Botín de crecimiento a través de la compra de otros bancos "ha empezado a patinar" con esta compra. "A Botín le gusta el riesgo, y parece ser que en este caso lo ha encontrado", asegura el experto.
El motivo: Santander entra en China en un momento en que los bancos internacionales rivales están vendiendo por miedo a un parón económico y una posible crisis bancaria en el país. Por ejemplo, se cita a BBVA, "el principal rival español", que ha recortado su participación en Citic, mientras que también Goldman Sachs desinvertió en el International and Commercial Bank of China (ICBC) en este 2013. Gandel recuerda que con la compra de Bank of Shanghai, Santander ha valorado la entidad en 6,5 veces sus beneficios de 2012, los últimos disponibles, una valoración excesiva según su punto de vista.
"El crecimiento chino está frenándose. Y un número de estrategas e inversores han avisado de que su economía puede estar sobrevalorada". Recientemente, el Banco Central de China ha inyectado liquidez en su sistema financiero para evitar un crac. Sin embargo, asegura el experto, "nada de esto parece haber frenado a Botín, un hombre que ama el riesgo".
Cambios en la cúpula del banco
Para los inversores norteamericanos menos versados en la situación de Santander, aquellos a los que principalmente se dirige esta información, Gandel recuerda los cambios acaecidos en la cúpula del banco durante 2013, que acabaron con el retiro forzoso de Alfredo Sáenz (70) tras revocarse su indulto y con el nombramiento de Javier Marín (46) como nuevo CEO, un ejecutivo al que se tacha de "inexperto". Considera el analista que "muchos piensan que Marín es sólo un guardián temporal del sitio para Ana Botín (52), que lleva la división británica de Santander. Pero no está claro que los accionistas apoyen otro ascenso familiar, especialmente en un momento en que el banco parece pasar por una dura prueba".
Objetivos no cumplidos
Además de destacar los cambios en puestos relevantes de la organización, el analista hace sangre con las promesas realizadas por Emilio Botín respecto a los beneficios del grupo que finalmente no se han cumplido: "A principios de 2012, Botín concedió una entrevista a 'Fortune' en la que predijo que en los próximos dos años el banco aumentaría sus beneficios un 50%. Hizo una promesa similar a los analistas e inversores en un encuentro unos pocos meses después. Casi dos años después de aquello, Botín no ha conseguido cumplir su objetivo. Lejos de crecer un 50%, se prevé que sus beneficios de 2013 caigan un 13% respecto a 2011. En total, han caído un 50% respecto a 2009, cuando sus ganancias alcanzaron un pico debido a su política agresiva de préstamos en España que ahora vuelve para traer de cabeza" a los directivos de la entidad.