Santander afronta en Brasil la mayor quiebra empresarial ocurrida en el país. El banco español es uno de los principales acreedores de Oi, la operadora de telefonía que se ha acogido a la ley de quiebras con una deuda de 65.400 millones de reales, unos 16.514 millones de euros, sacudiendo las finanzas de la primera economía sudamericana.
Oi comunicó la decisión de acogerse al procedimiento de quiebras el lunes tras el cierre de la Bolsa brasileña. La compañía ha negociado sin éxito en las últimas semanas un acuerdo de reestructuración financiera con sus acreedores, en varias reuniones mantenidas en Nueva York. Con anterioridad la empresa trató de fusionarse con otra operadora de telefonía en Brasil, TIM, aliándose con un multimillonario ruso, pero tampoco logró sacar adelante el acuerdo.
Según ha publicado el diario The Wall Street Journal, Santander, junto con Banco Itaú, Banco do Brasil, y Caixa Economica Federal, cuentan con un tercio de la deuda total de Oi. Vozpopuli se ha puesto en contacto con el banco presidido por Ana Botín para tratar de ampliar esta información, pero no se ha obtenido respuesta.
Brasil es el segundo mayor mercado de Santander, tras Reino Unido
Oi es la mayor operadora de telefonía fija de Brasil, con casi 17 millones de clientes, y la cuarta mayor operadora de telefonía móvil del país. Los problemas financieros de Oi proceden básicamente de la fusión iniciada en 2013 con Portugal Telecom, una operación en la que Santander tuvo un papel clave. El banco español, además de ser acreedor de Oi, realizó la valoración de los activos de Portugal Telecom.
En 2015 Oi registró pérdidas de 5.300 millones de reales, unos 1.500 millones de euros, y en el primer trimestre de este año las pérdidas ascendieron a más de 400 millones de euros. La pasada semana la agencia de clasificación de riesgo Fitch rebajó su nota sobre la deuda de la empresa hasta el último nivel anterior a la quiebra.
En un comunicado que puede consultarse en la web de la empresa brasileña, Oi asegura que se ha acogido a la ley de quiebras tras no haber podido superar los obstáculos “para encontrar una alternativa viable junto con sus acreedores que posibilitaran a la compañía atender sus compromisos” y que la decisión permitirá al grupo “tener la protección adecuada contra sus acreedores manteniendo la actividad”.
Segundo mayor mercado
Brasil es el segundo mayor mercado de Santander, solo por detrás de Reino Unido, habiendo logrado en el país en 2015 un beneficio de 1.631 millones y siendo la primera entidad financiera extranjera del mercado brasileño. La quiebra de Oi se suma a los problemas económicos y políticos que vive el país en la actualidad.
La incertidumbre política generada por la decisión del Senado de retirar del cargo a la presidenta Dilma Rousseff por presunta manipulación de cuentas públicas, ha incidido en la economía brasileña, que sufrió en 2015 el peor resultado de PIB en veinticinco años, una caída del 3,8%.
Sergio Rial, nombrado consejero delegado de Santander Brasil el pasado mes de septiembre, informó a finales de ese mismo mes en un encuentro con analistas e inversores celebrado en Londres de una previsión de caída del PIB de Brasil en 2016 del 0,6%, y una subida del 1,5% en 2017, y del 2% en 2018. Sin embargo los primeros datos oficiales conocidos en junio sobre la evolución de la economía del país se han llevado consigo las optimistas previsiones comunicadas hace nueve meses por el consejero delegado de Santander Brasil.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hace un par de semanas sus proyecciones fijando en un 4,3% la contracción de la economía brasileña prevista para 2016. El PIB de la mayor economía sudamericana cayó en el primer trimestre un 5,4% en comparación con el mismo periodo de 2015, informó el Gobierno brasileño.