El plan de ajuste de Iberia, que ha tenido en jaque a la compañía y a sus usuarios durante los últimos meses, sigue teniendo consecuencias aun después de la firma del pacto de mediación auspiciada por el Ministerio de Fomento. La lucha ahora se centra en los pilotos, con los que la compañía ha mantenido reuniones prácticamente a diario durante las últimas dos semanas en busca de un acuerdo que, ahora mismo, está lejos de alcanzarse.
La asamblea del sindicato de pilotos Sepla acordó por amplia mayoría no suscribir la propuesta del mediador Gregorio Tudela, propuesto por el Ministerio de Fomento para tratar de dirimir las diferencias entre los planteamientos de Iberia y de los trabajadores en torno al plan de ajuste de la aerolínea. A partir de ese momento, la dirección de la compañía y los pilotos se dieron un plazo para una negociación bilateral con el fin de encontrar un acuerdo.
El plazo inicial hablaba de ocho reuniones, la mayoría de las cuales se han registrado en los últimos días, de forma prácticamente ininterrumpida. Los encuentros han tenido lugar con la máxima discreción. Al parecer, los avances están brillando por su ausencia.
El colectivo de pilotos sigue reclamando a la compañía un plan de viabilidad para los próximos años, algo a lo que la dirección de Iberia se ha resistido. De hecho, la ausencia de este plan fue el aspecto que menos gustó a los representantes de los trabajadores.
Vía judicial y movilizaciones
Sin embargo, los sindicatos mayoritarios decidieron firmar el pacto, que incluía una de sus principales reivindicaciones: dar prioridad al ERE actualmente en curso en la compañía, que se rige con las condiciones de la anterior legislación laboral.
El Sepla se opone al acuerdo de mediación por considerarlo discriminatorio por no contemplar para el colectivo de pilotos la posibilidad de realizar el ajuste a través de bajas voluntarias. Tampoco están a favor del recorte salarial del 18% contemplado en el acuerdo que, además, ha sido denunciado por el Sepla ante la Audiencia Nacional.
La judicialización del ajuste es uno de los primeros pasos que están dispuestos a dar los pilotos para salirse con la suya. Las movilizaciones serían el siguiente, algo que inquieta tanto a la compañía como al Gobierno, teniendo en cuenta que se aproximan las fechas veraniegas.
Iberia ya ha padecido diez días de huelga protagonizados por la práctica totalidad de los colectivos (incluidos los pilotos durante la mitad de esas jornadas), que le han acarreado pérdidas próximas a los 45 millones de euros.