Telefónica puede convertir el 'no' de la Comisión Europea a la venta de su filial británica O2 en una oportunidad estratégica. Según las fuentes consultadas, el presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, estudia con su equipo la opción de mantener en el perímetro del grupo a la valiosa compañía de telefonía móvil, que cuenta con 25 millones de clientes, un envidiable ratio de generación de caja y es la empresa con el mayor nivel de satisfacción de cliente del Reino Unido, según el regulador Ofcom.
Telefónica puso a la venta O2 con el objetivo de recortar su abultada deuda, que supera ya los 50.000 millones de euros después de años de expansión internacional. El acuerdo con Hutchison hubiera reportado unos ingresos de 13.500 millones de euros a Telefónica, una cantidad que ahora se antoja inalcanzable en el mercado, según los analistas.
Los fondos y empresas interesadas en pujar por O2 están en posiciones de derribo: estarían dispuestos a pagar en torno a 10.000 millones de euros por la potente filial británica. Así que Álvarez-Pallete quiere ahora tomarse las cosas con calma y plantear diferentes alternativas para reformular un plan de desinversiones que podría 'salvar' a la compañía. Es lo que él mismo ha denominado su "periodo de reflexión".
El 'no' de Bruselas representa una oportunidad para mantener a O2 en el perímetro del grupo y optar por otras desinversiones
"Telefónica podría obtener unos ingresos similares a los que habría conseguido con la venta de O2 con otras operaciones. El 'no' de la Comisión es una buena excusa para que la compañía no venda una de sus mejores filiales, algo que además le permitiría seguir presente en una plaza financiera tan estratégica como Londres. Éste es un intangible que también hay que valorar, estar en la City, al tanto de todos los movimientos del entorno anglosajón", señala una fuente del entorno del grupo.
Álvarez-Pallete estudia acelerar la salida a Bolsa de Telxius, la filial de infraestructuras de telefonía móvil, operación por la que según los analistas, el grupo podría obtener entre 5.000 y 6.000 millones de euros. Otra opción que está sobre la mesa es también la salida a Bolsa de la filial mexicana, así como una Oferta Pública de Venta (OPV) de un paquete importante de O2 o la venta de ese paquete a un inversor, lo que permitiría que la filial británica siguiera bajo el paraguas de Telefónica.
Adicionalmente, la operadora se puede desprender de participaciones minoritarias (China Unicom, su propia autocartera del 1,5%...) o emitir bonos híbridos en los mercados. Todas estas operaciones, de llegar a buen puerto entre este año y 2017, permitirían recortar la deuda del grupo en una horquilla de entre 15.000 y 18.000 millones de euros, según algunos analistas, muy por encima de lo que hubiera conseguido con la venta de O2 a Hutchison.