Latinoamérica es una parte fundamental del negocio de Telefónica, pero, a la vez, un conjunto de mercados expuesto a una incertidumbre continua. México es uno de los escenarios más difíciles de la región debido a la fuerza de los gigantes AT&T y América Móvil (Carlos Slim) y a la complejidad de sus tarifas de interconexión, que afectan a la competitividad de los operadores. En este contexto, la capacidad de maniobra de Telefónica esté limitada, de ahí que haya dejado clara su vocación de alcanzar acuerdos con terceros operadores para mejorar su posición.
El consejero delegado del grupo, Ángel Vilá, ha reconocido este jueves que la realidad del norte y del sur del subcontinente es muy distinta para Telefónica. En la primera región, el escenario es especialmente difícil en Venezuela y México.
En este último país -donde se llegó a plantear una venta de la filial-, la telco maniobra para conseguir oxígeno en un escenario hostil donde está bien posicionada en las 26 principales áreas, pero donde vive a la sombra de dos gigantes: Slim, para el que México es un mercado estratégico por razones evidentes; y AT&T, para la que este país es clave en su estrategia de expansión. Para intentar medrar, Telefónica ha abierto la puerta a alcanzar pactos de roaming con otros agentes del sector, así como a firmar contratos de franquicias.
La regulación de las tarifas de interconexión ha sido una de las principales fuentes de conflicto de las operadoras de este país y las decisiones de la autoridad de la competencia a este respecto han tenido impacto sobre la cuenta de resultados de Telefónica.
“Los resultados financieros del trimestre (descenso interanual de ingresos y EBITDA del 5,4% y 28,1% respectivamente) están impactados por la reducción de las tarifas de interconexión en redes no dominantes (0,113 pesos por minutos desde enero 2018 vs. 0,191 pesos por minuto en el primer trimestre de 2017) y por la vuelta al pago por terminar las llamadas en la red dominante (0,029 pesos por minuto vs. 0 anteriormente)”, incide la operadora en la documentación remitida este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tipos de cambio
Durante los tres primeros meses del año, los resultados de Telefónica en Latinoamérica han estado especialmente impactados por los tipos de cambio, lo que ha provocado caídas en el resultado operativo EBITDA del 11,1% en Brasil, del 19,1% en Colombia, Venezuela, Ecuador, México y el resto de Centroamérica; y del 11,6% en Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Si se excluye el efecto negativo de las divisas, registró una mejora del 4,5% en el país carioca y del 10,8% en el sur; y un descenso del 7,4% en el norte.
La caída más acentuada se produjo en Venezuela como consecuencia de la inestabilidad política del país y de la consiguiente crisis económica. Aquí sus ingresos descendieron el 91,6% y su EBITDA, el 95,4%.
En Colombia, las aguas bajan más calmadas después de que Telefónica fuera condenada en un laudo arbitral a pagar alrededor de 450 millones de euros al Estado colombiano por los activos de las concesiones de telefonía móvil que se rubricaron hace dos décadas. En este país, pendiente de un proceso electoral, Telefónica ha mejorado en telefonía móvil, televisión de pago y banda ancha, según especifica en sus resultados.
Varios medios han avanzado durante las últimas semanas que la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete estudia deshacerse de una parte de la participación de varias de sus filiales en Latinoamérica –sin perder la mayoría accionarial- para reducir deuda financiera, que en este momento está fijada en 43.975 millones de euros. Sin embargo, la compañía no ha confirmado este extremo.
El proceso más avanzado, en este sentido, es el de Telefónica Argentina, donde se han iniciado movimientos para sacar a bolsa una parte de sus acciones, según detalló Vozpópuli. A la espera de la decisión final a este respecto, Vilá ha valorado el fuerte crecimiento en este mercado –por encima de la inflación-, que en el primer trimestre del año fue del 24,9% interanual en lo que respecta a los ingresos y del 54% en el caso del EBITDA.
En Perú y Chile se espera la próxima consolidación del sector de las telecomunicaciones. El consejero delegado de Telefónica ha considerado que, de momento, todo lo que se ha publicado al respecto son especulaciones, pero ha incidido en el potencial de crecimiento que existe en Chile, donde el mercado ha tocado suelo y ya se atisba cierto despegue.
En el caso de Perú, ha expresado su deseo de que las políticas comerciales de la multinacional española redunden en un incremento de la rentabilidad dentro de un mercado muy competitivo.