Mantener la paz en el Grupo Vocento nunca ha sido tarea fácil. De hecho, de vez en cuando se produce alguna escaramuza en su Consejo de Administración que evidencia las diferencias entre sus accionistas, una parte de ellos, pertenecientes a las históricas familias vascas de Neguri. La tensión ha vuelto a aflorar en las últimas reuniones de este órgano de gobierno, principalmente, como consecuencia de las diferencias que separan a su consejero delegado, Luis Enríquez, de su presidente, Santiago Bergareche.
Según contó 'El Confidencial', Bergareche trató recientemente, sin éxito, de buscar alianzas para sustituir al primer ejecutivo de la compañía. Este periódico ha consultado con algunos de los accionistas significativos de Vocento y todos coinciden en señalar en que apartar a Enríquez será complejo. Entre otras cosas, porque después de la marcha de Jaime Castellanos y de Víctor Urrutia del grupo -este último, criticando abiertamente la gestión del grupo-, se rompieron las principales alianzas del presidente. Las que, entre otras cosas, apoyaron su revocación del Consejo en 2012.
La crítica más sonora que se escucha entre los socios de la compañía tiene que ver con la situación del negocio. A su juicio, Vocento no sabe muy bien lo que quiere ser en el futuro y no existe un plan convincente para con sus medios de comunicación. Operaciones como la venta de su edificio a Axiare en diciembre de 2016, por 35 millones de euros, han descapitalizado el grupo, lo que no augura buenos tiempos, a su modo de ver.
Mientras los Bergareche se mantienen recelosos con Enríquez, el consejero delegado tiene de su lado a la familia Ybarra, que cuenta con porcentaje muy superior del capital a través de las sociedades Mezouna S.A. (11%), Onchena S.L. (5,47%); y de Enrique Ybarra (6,5%) y Álvaro de Ybarra (0,46%). También cuenta a su favor con las Luca de Tena (10,09%), descendientes del fundador de ABC, aunque esta alianza podría deteriorarse en el caso de que se afrontara cualquier operación y el centenario periódico saliera perjudicado, estiman estos informantes.
Posibilidades de futuro
Vocento ha expresado en varias ocasiones su predisposición a explorar posibles alianzas con otros grupos e incluso a protagonizar fusiones, en caso de que se den las condiciones idóneas. Hace casi un año, anunció un acuerdo con Prisa por el que imprime en sus talleres los ejemplares de El País, As y Cinco Días -además de una pequeña parte de la tirada de Godó y de La Voz de Galicia-. Recientemente, ha llegó a un pacto con la empresa de los Polanco y la del conde de Godó para comercializar juntos una parte de su publicidad digital, lo que -esperan- ayudará a que aumenten sus ingresos en internet.
En los últimos años, se han presentado opciones en el mercado que, por unas u otras razones, no han cuajado. La más evidente fue la negociación que se mantuvo con Unidad Editorial para fusionar ambos grupos. Aquello no cristalizó por las diferencias existentes entre los negociantes sobre la morfología de la sociedad resultante y el reparto de los activos y de la deuda. Sobre la mesa, estuvo incluso la oportunidad de conversar con el Grupo Prisa, aunque esa opción habría dejado en una posición muy comprometida el periódico ABC.
Recientemente, volvió a hablarse de la opción de comprar el Grupo Zeta, que está en venta desde hace varios meses, pero que todavía no ha encontrado comprador. En Vocento, la posible adquisición de la editora de El Periódico de Catalunya no convence, tanto por su deuda, como por su precio, como por la situación precaria en la que se encuentran sus medios de comunicación.
Los accionistas consultados por este periódico descartan que las últimas “bravatas” realizadas por Bergareche supongan un peligro inminente para Enríquez, aunque reconocen que el río está revuelto
Los accionistas consultados por este periódico descartan que las últimas “bravatas” realizadas por Bergareche supongan un peligro inminente para Enríquez, aunque reconocen que el río está revuelto y que nunca puede descartarse que las tornas cambien de un día para otro. Máxime si los medios del grupo no remontan el vuelo y las apuestas efectuadas por el nuevo equipo para obtener ingresos de actividades paralelas (eventos o comunicación) no dan resultado.
En cualquier caso, cabe recordar que en la Junta General de Accionistas del pasado abril, Luis Enríquez fue reelegido con el voto favorable del 99,9% de los accionistas para los próximos cuatro años. Es decir, la rivalidad expresada en el Consejo de Administración no afloró en la Asamblea General.
Por otra parte, en Vocento es un secreto a voces que el Consejo no es el único foco de tensión de la compañía, dado que Enríquez y el director de ABC, Bieito Rubido, mantienen conocidas diferencias por la gestión del periódico monárquico y de su línea editorial.
Hasta ahora, las Luca de Tena no se han mostrado partidarias del cambio de director, lo que convierte a Rubido en el más veterano entre la prensa generalista española. La pregunta que se hacen algunos accionistas es la relativa al futuro que le espera a ABC, dentro de un sector que todavía sufre los duros efectos de la crisis de la prensa; y en un espectro ideológico de centro-derecha en el que confluyen cabeceras como El Mundo, La Razón y algunos medios digitales con varios millones de visitas mensuales.