Las alianzas inmobiliarias se han puesto de moda en el sector financiero. Tras la venta de un 51% del ladrillo de Popular a Blackstone y un 80% de los inmuebles de BBVA a Cerberus, Unicaja se ha sumado a este tipo de operaciones. La entidad malagueña se ha asociado al fondo noruego Axactor para crear una sociedad inmobiliaria con 4.000 activos, en la que el inversor tendrá un 75% y el banco un 25%, según fuentes financieras consultadas por este medio.
Los inmuebles están valorados en 228 millones, lo que da un precio medio por activo de cerca de 60.000 euros.
Con esta operación, Unicaja está sacando de su balance más de un 10% de sus activos adjudicados. El grupo presidido por Manuel Azuaga tiene en torno a 2.100 millones en activos inmobiliarios heredados de la crisis, según las últimas cifras oficiales. Casi tres de cada cuatro pisos están situados en Andalucía.
La entidad cuenta con una cobertura del 63% en esta parte de su cartera problemática, por lo que podría haber valorado la cartera en 85 millones sin sufrir minusvalías. A estos niveles, ingresaría un cheque de unos 60 millones de Axactor.
Presión regulatoria
Al igual que otras entidades, Unicaja ha puesto el foco en traspasar adjudicados por la presión regulatoria: tanto el Banco de España y BCE penalizan a las entidades que no consigan rotar un elevado porcentaje de los activos adjudicados.
Axactor irrumpió hace dos años en el mercado español con la adquisición de carteras de deuda bancaria, en principio fallidos. El grupo dio salto cuantitativo con la compra de Geslico, y este año aparte de la cartera de Unicaja ha adquirido otras de Santander y BMN.
