El catastrófico estreno de la UTE Urbaser (ACS)-Cespa (Ferrovial) como contratista de recogida de basuras de la periferia de Madrid, que ha dejado un 30% de los residuos sin retirar en los primeros días, ha tenido una rápida reacción por parte de los responsables de la adjudicataria. Ante la advertencia de los sindicatos de que no estaban dispuestos a aguantar una situación en la que están viéndose obligados a doblar turnos y trabajar a deshoras, la UTE ha acordado comprometer la entrega de un incentivo de 300 euros brutos a cada trabajador en concepto de incentivo por la puesta en marcha del servicio.
El pasado sábado entró en vigor el nuevo contrato de recogida de basura de la periferia de Madrid, que levantó polémica desde que se hicieron públicas las ofertas de los grupos que aspiraban a hacerse con él, toda vez que una de ellas, la que finalmente se llevó el gato al agua, presentaba una baja de casi el 11%.
Las consecuencias de la controvertida decisión del Ayuntamiento de Madrid no se han hecho esperar. Durante los primeros días, toneladas de residuos se han quedado sin recoger ante la falta de medios de la contrata debido al reducido presupuesto y la falta de vehículos para prestar el servicio, lo que le ha obligado a alquilar camiones adicionales (además de prohibidos por contrato, al usar combustible diésel en lugar de gas natural) y también a que los trabajadores echen más horas de lo estipulado.
La situación ha llevado a los sindicatos a plantearse una reacción si la situación no mejora porque no entienden que sean los trabajadores los que paguen por lo que consideran un error del Ayuntamiento, tanto por adjudicar el servicio a una oferta tan a la baja como por escindir el contrato de la periferia del de la zona centro.
Asegurarse la paz social
Ante tal situación, la contratista ha acordado de forma unilateral y voluntaria el pago de 300 euros a cada uno de los más de 1.000 empleados que prestan el servicio de recogida de basura en la periferia.
En un documento firmado por los representantes de los sindicatos CCOO, UGT y CGT, al que ha tenido acceso Vozpópuli, la UTE adjudicataria expone que el incentivo pretende “compensar el esfuerzo que la plantilla está realizando en la transición y normalización del servicio”, así como “compensar la colaboración, actitud proactiva y diligencia en la realización de sus cometidos profesionales”.
La cantidad será abonada al finalizar el considerado periodo de puesta en marcha del servicio, que ha sido fijado el 31 de diciembre de 2014, con lo que con toda probabilidad será liquidado con la nómina de diciembre.
Medio millón más
Todo un aguinaldo de Navidad con el que la UTE pretende calmar los ánimos de los empleados de recogida de basura en Madrid, que habían dado apenas unos días de tregua para que el servicio fuera normalizado. En el caso contrario, se planteaban convocar una asamblea para determinar las acciones a llevar a cabo para protestar contra esta situación.
Así, la UTE podría asegurarse la paz social al menos hasta comienzos del próximo ejercicio. Eso sí, cada paso que da hacia adelante supone un obstáculo más para hacer rentable el contrato.
Al pago de este incentivo a los trabajadores, que supone un esfuerzo próximo al medio millón de euros, se suma el coste del alquiler de los camiones en el extranjero para reforzar los trabajos de recogida de residuos y las más que probables multas que deberá afrontar por no prestar adecuadamente el servicio encomendado por el contrato.