El consumidor no debe pagar los errores de Volkswagen. Las asociaciones de consumidores tienen claro que el escándalo de la firma automovilista alemana tiene que ser subsanado desde la empresa y en ningún caso suponer una carga para el consumidor que compró el coche desconociendo los tejemanejes que han supuesto una enorme crisis para el gigante alemán.
Las asociaciones de consumidores OCU y Facua han detallado los derechos del consumidor en el caso de que tenga un vehículo con un motor trucado montado, aunque no dejan de ser unos consejos preliminares, pues están a la espera de que la compañía alemana dé más datos específicos sobre el problema. Volkswagen tiene que contar también cuáles son exactamente los modelos afectados por el fraude, por lo que de momento es imposible saber a ciencia cierta si el coche propio tiene el software que cambia las emisiones de CO2. Es de suponer que sea la propia Volkswagen la que se ponga en contacto con los consumidores para alertar de los problemas y proponer una solución al respecto.
En caso de que se pongan en contacto con el consumidores, es este quien ha de tener claro que cualquier cambio no puede suponer un perjuicio para él. En el caso de que la marca solicite que se deje el coche para ser modificado, tendrá que ofrecer un coche de sustitución sin coste alguno para el consumidor. Además, la marca tendrá que proporcionar un documento en el que detalle las modificaciones que ha realizado en el coche para solucionar el problema. Esos cambios en ningún caso pueden suponer una merma en la potencia del vehículo ni coste alguno para el cliente.
Todos los gastos derivados de las reparaciones, incluidos los taxis que el conductor se vea obligado a coger, tendrían que ser costeados por la marca alemana
Desde Facua van más allá y comentan que todos los gastos derivados de las reparaciones tienen que ser sufragados por Volkswagen. A falta de saber cuál será la propuesta de la marca alemana para solventar el problema, desde Facua ya se están organizando para unificar las reclamaciones de los usuarios en España. Consideran, además, que las primeras soluciones de las que se están hablando no serán suficientes en este caso y anuncian que no aceptarán un parche como podría ser quitar el software y dejar el motor igual.
"No es solo quitarle el hackeo sino también cambiar el protocolo de funcionamiento del vehículo. Igual tienen que cambiar el motor entero, no lo sabemos, pero el cambio que se haga no tiene que afectar a las prestaciones del coche", cuenta Rubén Sánchez, portavoz de Facua. El software no solo supone un problema para el medio ambiente, sino también para el consumidor, pues lo que hacía el coche era engañar a los bancos de prueba y hacer como si redujese el consumo del vehículo, lo que en realidad es un cambio de las prestaciones ofrecidas por la marca al vender el coche. "No vale con el cambio de software, porque eso dejaría un coche altamente contaminante que podría llegar a no pasar la ITV o a dar problemas futuros", cuentan en Facua.
Sánchez tiene claro que la solución de este caso no puede pasar solo por una comisión de investigación que integre al ministerio de Industria pues asegura que hasta cuatro ministerios más (Medio Ambiente, Sanidad, Economía e Interior) tienen relación con el caso. Además, prevé que las multas que caigan sobre Volkswagen sean millonarias: "De eso no les puede librar nadie". En Estados Unidos ya se están llevando a cabo demandas, pero la cantidad de vehículos es mínima en comparación con los que se mueven por Europa.