En España ya hay 24 ciudades con cobertura 5G en modo de pruebas, y es el país líder en este sentido en Europa, según datos extraídos del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), un informe anual elaborado por la Unión Europea que se acaba de publicar con los datos correspondientes a 2019.
En Europa la media de ciudades con 5G en pruebas ronda las seis por país. Francia, Italia y Reino Unido ocupan el segundo, tercer y cuarto puesto en este particular ranking, pero se encuentran lejos de los números de España. Francia posee 15 ciudades con 5G, Italia 13 y Reino Unido 12. En el polo opuesto se encuentran países como Bélgica y Holanda, con cuatro ciudades, o Noruega y Dinamarca, con dos ciudades con cobertura de nuevas redes de telecomunicaciones.
En el viejo continente son ya nueve países los que cuentan con servicios comerciales sobre redes 5G. Uno de ellos es España. En nuestro país, Vodafone es la única compañía que ha apostado por dar el primer paso hacia esta tecnología.
Los operadores que no poseen servicios comerciales 5G están encantados con la música. El retraso supone más aire financiero en un momento en el que lo necesitan más que nunca
Hay quien dice que el operador inglés ha buscado en la apuesta por el nuevo estándar de telecomunicaciones un aliado en términos de marketing. No hay a día de hoy servicios que le den sentido y dimensión a la nueva red móvil. Es el mantra que Telefónica, Orange y MásMóvil argumentan cuando son preguntados acerca de cuándo lanzarán el servicio. No tienen prisa.
5G y rentabilidad
No le ven sentido porque no ven dónde están los ingresos. A esto se suma la incertidumbre que el Gobierno mantiene en torno a la subasta del 5G, en concreto la de la banda de los 700 MHz. Después de retrasarse hasta junio de este año, el coronavirus provocaba una nueva demora.
Los operadores que no poseen servicios comerciales 5G están encantados con la música, según fuentes del sector. El retraso supone más aire financiero en un momento en el que lo necesitan más que nunca.
Telefónica acaba de anunciar el pago de 2.000 millones de euros en dividendos y Orange, como sus homólogos, está abierto a desprenderse de parte de su parque de antenas de telecomunicaciones para conseguir liquidez, en un momento de estancamiento en los ingresos que afecta a los grandes operadores de telecomunicaciones.