España ya ha comunicado oficialmente a Bruselas el desvío que se anotará el déficit en el año 2018: 5.739 millones de euros, que llevarán el desfase total del conjunto de las administraciones públicas a 32.737 millones de euros al acabar el año, el 2,77% del PIB. La cifra es un poco más elevada de lo que esperaba el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que confiaba en cuadrar los números rojos en el 2,7%.
Este desfase se ha plasmado en la segunda notificación oficial que se ha enviado a las autoridades comunitarias en 2018, recogida por Vozpópuli. En ella consta que el déficit acabará el año en esos 32.737 millones ya mencionados, frente a los 26.998 millones que se notificaron el pasado mes de marzo. La diferencia supone casi 5.800 millones, pero no impide que el país finalmente sea capaz de dejar atrás el procedimiento de déficit excesivo en el que lleva inmerso más de diez años.
Eso sí, se queda a un solo paso: a tres décimas. El margen es tan pequeño, que aún no se puede cantar victoria. De hecho, algunos asuntos pendientes podrían acabar dificultando la salida definitiva del brazo corrector del Pacto de Estabilidad, como la obligación de devolver las retenciones en las prestaciones por maternidad practicadas a lo largo de estos años o el lío generado con los gastos asociados a las hipotecas, que debería tener un impacto neutro en las cuentas, pero podría generar desfases puntuales.
El déficit bajará solo 3.000 millones en 2018, la menor caída desde el año 2012, cuando empezó a moderarse
Así que, de momento, España cumple, pero lo cierto es que la cifra no está ni mucho menos asegurada. Además, se desviará casi una décima de lo que Pedro Sánchez comunicó a las autoridades comunitarias al convertirse en presidente en junio: acabará el año más cerca del 2,8% que del 2,7%, respaldando así las previsiones de algunos organismos económicos, como el Banco de España o BBVA. Y supone una reducción muy pequeña respecto a 2017, puesto que se reducirá solo unos 3.000 millones en el conjunto del año, la cifra más baja desde los últimos cinco años.
Así se reparte el desfase
Si comparamos la notificación de septiembre con la de marzo, vemos que la mayor parte del desfase se concentra en la Administración Central, que se va casi 3.500 millones de la cifra que se comunicó en primavera. ¿La razón? Las cuentas de 2018, que finalmente incluyeron medidas no previstas con un impacto directo en el saldo del Estado. El déficit de este subsector iba a ser de 26.998 millones, pero finalmente acabará por encima de los 32.700 millones.
La Seguridad Social, por su parte, se desviará casi 1.200 millones y cerrará 2018 con un desfase de más de 18.178 millones, frente a los 17.000 millones previstos hace unos meses. En las cuentas de la caja común influye considerablemente la subida de pensiones incluida en las cuentas de 2018. De hecho, este subsector vuelve a elevar su déficit después de haber sido capaz de contenerlo en 2017.
Las comunidades autónomas no se libran y también acabarán el año peor de lo que se esperaba. Cerrarán con un déficit de 3.640 millones, lo que supone unos 1.000 millones más que los 2.577 millones previstos en marzo. Solo los Ayuntamientos acabarán con una cifra muy similar a la prevista en la primera notificación: unos 7.300 millones que ayudarán a compensar parte del desfase total.
La deuda será 1.000 millones más alta que lo previsto en marzo y volverá a marcar un máximo histórico
¿Y la deuda? La deuda pública también evolucionará algo peor de lo que esperaba el Ejecutivo. Cerrará 2018 en 1,178 billones de euros, la cifra más alta de la historia y 1.000 millones por encima de los 1,177 billones que se comunicaron a Bruselas en primavera. La cantidad supone un aumento de 33.500 millones respecto a 2018, en línea con los aumentos de los últimos años.
El Gobierno intenta restar importancia a todas estas cifras achacándolas a la herencia recibida y centrando sus mensajes en los esfuerzos que se harán en 2019, cuando el déficit bajará al 1,8% del PIB y la ratio de deuda caerá 1,5 puntos. Pero lo cierto es que la Comisión ya enviado un primer aviso a España en una misiva en la que duda de las cifras del año que viene y pide al Gobierno que apruebe cuanto antes el Presupuesto.
