El peso de los impuestos en España subió en 2018 hasta el 34,4% del producto interior bruto (PIB), siete décimas más que en 2017, con lo que pasó a superar la media del 34,26% en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Ese ascenso fue casi inapreciable (dos centésimas) en los Estados miembros de la OCDE, lo que supuso una interrupción de la tendencia desde 2009 en los comienzos de la crisis y que se explica esencialmente por Estados Unidos, explicó este viernes la OCDE en su informe de contabilidad anual.
Aunque hubo 15 países que redujeron su nivel de impuestos, Estados Unidos fue el que lo hizo de forma más pronunciada, con una disminución de 2,5 puntos del PIB hasta el 24,3%.
Eso se debió a los fuertes recortes del impuesto de sucesiones y del impuesto sobre la renta, así como a la adopción de la reforma para la repatriación de beneficios de empresas estadounidenses obtenidos en el exterior.
Se observaron también caídas en la fiscalidad superiores a un punto del PIB en Hungría (1,6 puntos al 36,6%) y en Israel (1,4 puntos al 31,1%).
Cerraron la lista México, Chile, Irlanda, Estados Unidos y Turquía
En el otro extremo, donde más se incrementó en términos relativos el peso de los impuestos el pasado año fue en Corea del Sur (1,5 puntos, al 28,4% del PIB) y en Luxemburgo (1,3 puntos al 40,1%).
Francia repitió como el país con mayor fiscalidad de la OCDE, con un 46,1%, después de haber adelantado a Dinamarca, que había estado en cabeza desde 2002 hasta 2016.
A continuación se colocaron Bélgica, Suecia, Finlandia, Italia, Austria, Grecia, Noruega y Luxemburgo, todos ellos por encima del 40%.
Cierra la lista México
Cerraron la lista México, donde los impuestos supusieron en 2018 un 16,1% del PIB, Chile (21,1%), Irlanda (22,3%), Estados Unidos (24,3%) y Turquía (24,4%).
Grecia es el país que más ha incrementado su fiscalidad, en concreto 6,9 puntos en 10 años desde 2008, en plena crisis. Por el contrario, Irlanda la disminuyó 6,2 puntos durante ese periodo.