Europa sigue atosigando a los fabricantes de vehículos con el endurecimiento de las normativas de homologación de los niveles de emisiones contaminantes, un endurecimiento que ha ido en aumento desde que se destapara el fraude de Volkswagen en los procesos de homologación y que está llevando incluso a que algunas marcas de automóviles decida, como Infiniti hace un año y Mitubishi hace poco más de un mes, dejar de comercializar sus modelos en el mercado europeo ante el enorme esfuerzo económico que supone la reducción de emisiones de los motores y las elevadas multas a las que se enfrentan caso de superarlos.
Ahora, Europa estrena un nuevo reglamento sobre la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos, que pretende garantizar un mayor respecto con el medio ambiente que empieza a aplicarse hoy mismo en los mercados interiores. Las nuevas normas adoptadas en mayo de 2018, endurecen el sistema anterior de vigilancia del mercado y de homologación, es decir, el proceso para certificar que un turismo está en línea con todos los requisitos para poder ser comercializado en el mercado y para controlar el cumplimiento de la legislación de la Unión Europea por parte de los fabricantes, incluidos los límites de emisiones.
Así, el nuevo reglamento busca mejorar la independencia y calidad de las pruebas antes de comercializar un vehículo, de modo que para obtener y mantener su designación por los países, los servicios técnicos que realicen ensayos e inspecciones de nuevos modelos de automóviles serán objeto de una auditoría independiente basada en criterios estrictos, ha señalado la Comisión Europea en un comunicado.
Con las nuevas normas, las autoridades nacionales de homologación de tipo estarán sometidas a una doble revisión para asegurar que las normas correspondientes se aplican y se hacen cumplir de manera rigurosa en toda la UE. Una nueva normativa que también pretende una mejora de los controles de los vehículos que ya circulan y para los que están destinados para su venta en los concesionarios.
Por tanto, a partir de hoy, cada país está obligado a someter a ensayo con regularidad un número mínimo de vehículos y podrán adoptar medidas de salvaguardia contra los vehículos no conformes en su territorio sin esperar a que actúe la autoridad que expidió la homologación de tipo. Además, gracias a las reglas actualizadas, la Comisión podrá ahora llevar a cabo controles de cumplimiento y conformidad de vehículos en laboratorios o en carretera.
Multas contra el fraude
En caso de que los fabricantes incumplan la legislación en materia de homologación de tipo, por ejemplo, mediante dispositivos de desactivación o declaraciones falsas, la Comisión puede ordenar recuperaciones a escala de la UE e imponer a tales fabricantes sanciones de hasta 30.000 euros por automóvil. Hasta ahora, solo las autoridades nacionales de homologación de tipo del automóvil podían imponer tales medidas.
"Los europeos esperan, con razón, conducir los automóviles más limpios y seguros, lo que presupone la realización de controles más estrictos de los automóviles que se comercializan y que circulan por nuestras carreteras. Y exige también una garantía de cumplimiento y una supervisión a nivel europeo", declaró el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
El Ejecutivo comunitario aseguró que desde la adopción del reglamento en 2018 por la Eurocámara y los distintos países, los fabricantes de automóviles, los organismos de homologación de tipo y otras partes relacionadas "han trabajado de manera constante para aplicar las nuevas normas y adaptarse al mayor rigor de los requisitos".