El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha reconocido que una salida de la Grecia de la zona euro "sería manejable" desde la perspectiva actual, pero incidió en que esto no significa que sea un opción "deseable".
En una entrevista concedida a la televisión alemana WDR recogida por el Gobierno de Luxemburgo, Juncker incidió en que la opción de que Grecia abandone la unión monetaria europea tendría "riesgos significativos", especialmente para los ciudadanos griegos. Juncker agregó que en ningún caso Atenas va a abandonar la Unión Económica y Monetaria (UEM) "antes de finales de otoño" y apostilló con firmeza que a partir de "entonces tampoco".
En este sentido, recordó que los helenos están sufriendo las consecuencias de la crisis y de las medidas adoptadas para superarla, por lo que deben ser respetados, al igual que los alemanes, ya que la canciller alemana ha sido presentada en algunas ocasiones como un líder nazi.
Asegura que la opción de que Grecia abandone la unión monetaria europea tendría "riesgos significativos"
El primer ministro de luxemburgo recordó que la integración europea "sigue siendo una historia muy frágil", pero incidió en la que única opción para los próximos 30 años es seguir avanzando juntos hacia "más y más" Europa. Así, incidió en que tras las reuniones europeas no hay ganadores ni vencedores sino que todos los países "pierden y ganan juntos". El jefe del Eurogrupo hizo un alegato en favor del euro como divisa común y como pilar fundamental de Europa para mantener su relevancia a escala mundial frente al creciente poder de las economías emergentes.
La solución pasa por una mayor integración
"Somos (cada vez) menos numerosos, perdemos poder económico y, si no tenemos la moneda común, tampoco tendremos ninguna relevancia política más" a nivel internacional, afirmó Juncker. A su juicio, el euro es el "gigante" que la pequeña Europa debe mostrar al mundo para hacerle ver su fuerza. La solución para la actual crisis y para el futuro del viejo continente pasa, argumentó, por una mayor integración, más allá de la concepción presente.
"Somos pequeños, seremos más débiles, seremos demográficamente más débiles y la única solución para los próximos treinta años va a ser que nosotros, como europeos, nos integremos más. No sólo europeos en el sentido actual de la (Unión Europea) UE, sino el conjunto del continente, con ampliaciones", dijo.
Juncker subrayó asimismo que le "enfada inmensamente" que algunos países de la UE, especialmente "los más grandes", intenten transmitir la impresión tras cada negociación comunitaria "de haber ganado" la partida. "Se intenta dividir a los participantes en la cumbre (europea) en un grupo de perdedores y en uno de ganadores, y eso no tiene nada que ver con lo que de verdad ha sucedido en la reunión. Realmente nada que ver", señaló.
Juncker explicó también que en los últimos días, a causa del agudizamiento de las tensiones en los mercados financieros, ha mantenido conversaciones telefónicas con varios líderes europeos, entre los que destacó al presidente español, Mariano Rajoy.
"El presidente francés me ha llamado, el presidente (del Gobierno) español, el primer ministro griego,...", relató al ser interrogado sobre quiénes le habían telefoneado en el día de la entrevista (el lunes, 6 de agosto). "Ha sido muy interesante. Pero no le he dicho a nadie que estos dos últimos también habían llamado", agregó.
En un plano más informal, el jefe del Eurogrupo explicó que "trabaja 17 horas al día" para estar al tanto de todo lo que sucede en la eurozona, que habla poco con su mujer sobre sus asuntos profesionales y que, como terapia, come chocolate contra el estrés.