El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de paralizar todas las actividades no esenciales hasta el 9 de abril tiene como principal perjudicado al sector de la construcción. Y la faraónica reforma del Santiago Bernabéu es el ejemplo del 'frenazo en seco' de todos los proyectos que estaban en marcha durante este estado de alarma.
Según confirman fuentes del sector a Vozpópuli, FCC no ha tenido más remedio que pedir a los cerca de 300 operarios que no acudan a su puesto de trabajo hasta que se termine esta decreto. El proyecto, cuyo coste superaba los 500 millones de euros, había tomado velocidad de crucero después de que se suspendiese la actividad deportiva en el Santiago Bernabéu.
Un escenario que desde FCC han preferido no valorar. Durante la próxima semana, no se moverá ni un sólo ladrillo en este céntrica infraestructura de Madrid. Como apuntan las mismas fuentes, todo el sector constructor espera que el próximo 9 de abril se vuelva a activar los proyectos de construcción para poder cumplir con los plazos apalabrados en los contratos.
En el caso del Bernabéu, la reforma completa se espera que finalice en 2023. Aunque este nuevo escenario de cambios de calendario futbolístico y los decretos del Gobierno en esta de alarma ponen en seria duda que se vayan a cumplir los plazos establecidos.
La idea del presidente del Real Madrid y ACS, Florentino Pérez, desde un primer momento de la reforma, era que las obras "interfieran lo mínimo" en la comodidad de los aficionados que seguirán teniendo en el Bernabéu su feudo durante los próximos cuatro años. En este sentido, la nueva preocupación es cómo castigará las decisiones de prevención sanitaria en uno de sus proyectos más deseados.
Un almacén sanitario
Lo que no se parará en el número uno de Concha Espina es la gestión logística de material sanitario. El estadio Santiago Bernabéu se ha convertido desde el pasado jueves en un espacio adaptado para almacenar las donaciones de materiales sanitarios destinados a luchar contra esta pandemia.
Una alterativa que facilita la gestión de material por la céntrica localización del Estadios del Real Madrid. El club y el Consejo Superior de Deportes entregarán todo este material a las autoridades sanitarias españolas, bajo la autoridad del Gobierno del Estado, de forma que se pueda hacer un uso óptimo y eficiente de estos recursos.