La economía global crecerá menos de lo previsto este año como consecuencia de la contracción del Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU en el primer trimestre del año, así como por el ajuste del patrón de crecimiento en China y la incertidumbre sobre Grecia, lo que ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a rebajar dos décimas su previsión de expansión mundial este año, hasta el 3,3%, mientras que ha confirmado el pronóstico para 2016 en el 3,8%.
De este modo, la institución ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento para las economías desarrolladas, para las que augura un crecimiento del 2,1% este año, frente al 2,4% previsto en abril, confirmando la previsión del 2,4% en 2016.
En concreto, los nuevos pronósticos del FMI contemplan un crecimiento del PIB de EEUU en 2015 del 2,5% este año, seis décimas menos que lo estimado en abril y rebaja una décima la previsión para 2016, hasta el 3%.
En el caso de la zona euro, la institución prevé un crecimiento del 1,5% este año, en línea con su anterior proyección, mientras que ha mejorado una décima el pronóstico del próximo año, hasta el 1,7%.
En este sentido, el FMI no parece temer los potenciales efectos negativos de la crisis griega y según el economista jefe de la institución, Olivier Blanchard, "la economía de la eurozona está ganando tracción".
En España la economía crecerá un 3,1% este año y un 2,5% en 2016, seis y cinco décimas más que lo anticipado en abril
Así, a pesar de la incertidumbre griega, dos países de la periferia de la zona euro como España e Italia ven mejoradas sus previsiones de crecimiento en comparación con el informe de abril.
En el caso de España, la economía crecerá un 3,1% este año y un 2,5% el siguiente, seis y cinco décimas más respectivamente que lo anticipado en abril, confirmando así los pronósticos de la institución adelantados en junio.
Por su parte, Italia ha visto revisada al alza dos décimas su previsión para 2015, hasta el 0,7%, mientras que el próximo año crecerá un 1,2%, una décima más que el pronóstico de abril.
Los emergentes pierden vigor
En cuanto a los emergentes, el FMI espera un crecimiento del PIB del 4,2% en 2015, frente al 4,3% anticipado anteriormente, mientras sigue confiando en una expansión del 4,7% el próximo año.
A este respecto, la institución dirigida por Christine Lagarde señala que la desaceleración se explica por el impacto perjudicial de la caída de los precios de las materias primas y del endurecimiento de las condiciones de financiación, particularmente en Latinoamérica y los países exportadores de petróleo.
De este modo, el FMI ha recortado medio punto porcentual su previsión de crecimiento del PIB para Brasil, hasta una caída del 1,5% en 2015, mientras que el año próximo subiría un 0,7%, tres décimas por debajo del pronóstico de abril.
En cuanto a China, la institución mantiene su pronóstico de un crecimiento del 6,8% en 2015 y del 6,3% en 2016, así como para India, con una expansión del 7,5% este año y el siguiente.
Por su parte, la economía rusa sufrirá este año una contracción del 3,4%, frente al -3,8% previsto en abril, y su recuperación en 2016 será apenas perceptible, con un repunte del 0,2%.
Recomendaciones
La actualización de previsiones del FMI vuelve a incidir en que los países desarrollados deberían contar con políticas monetarias acomodaticias que impulsen la actividad y devuelvan la inflación a niveles próximos a los objetivos de estabilidad de precios.
Asimismo, la institución recomienda a los países que cuenten con margen fiscal que relajen su posición en el corto plazo, especialmente a través de inversiones en infraestructuras, mientras que las economías endeudadas deberán buscar el equilibrio para que la reducción de la deuda no lastre la actividad.
"Los esfuerzos para la implementación de reformas estructurales siguen siendo urgentes entre las economías avanzadas", señala la institución dirigida por Lagarde.