España tiene la mitad de sus deberes por hacer. Es lo que concluyen los 'hombres de negro' del FMI que visitaron España hasta el pasado 19 de junio. Su diagnóstico es que buena parte de los desequilibrios se han corregido sólo a medias pero que todavía son necesarios más sacrificios.
Para ello, el Fondo plantea una "depreciación real" de la economía que debiera rondar el 5% en los próximos 3 años como fórmula para aumentar las exportaciones y para recortar las importanciones nacionales. El resultado final, sería aumentar un 5% el PIB nacional en ese espacio.
La estrategia del FMI para España es la de pasar un año más de sacrificios para conseguir en los dos siguientes un crecimiento mayor del esperado. Se busca, pues, una estrategia en el que serían necesarios más ajustes en mercado laboral, vivienda y banca. La mayor incertidumbre del FMI, en cualquier caso, es político y no económico. Así:
Mercado laboral: el FMI plantea una "sobrevaloración" de entre el 8 y el 12% de los costes laborales, es decir, plantea una rebaja de los salarios de ese entorno en los próximos dos años. El Fondo denuncia que "la probabilidad de encontrar un trabajo permanente sigue siendo muy baja y la de perder un empleo temporal sigue siendo demasiado alta".
Ante ese escenario, el organismo recomienda tres medidas:
- Favorecer el descuelgue de los convenios colectivos
- Elminar la "ulta-actividad", es decir, la vigencia de esos convenios una vez concluida su vigencia
- Y un acuerdo entre sindicatos y empresarios para reducir la dualidad del mercado laboral y permitir las reformas pendientes
Vivienda y mercado inmobiliario: según el Fondo, los precios de la vivienda han caído un tercio desde que tocaron máximos pero siguen sobrevalorados un 15%.
Rescate bancario: desde que se adoptó la decisión de no dejar caer a los bancos, el rescate bancario ha costado mucho más de lo que el Ejecutivo admite. En total, 63.000 millones en inyecciones de capital, de los que 41.000 millones se han extraído del rescate bancario reclamado por el Gobierno. El resto ha venido de inyecciones directas de los Presupuestos Generales del Estado.
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Sin embargo, los mayores riesgos denunciados por el FMI no son económicos sino políticos. Según el informe del FMI, el contexto actual ha recortado el apoyo a los dos grandes partidos, lo que puede poner en jaque la viabilidad de los nuevos ajustes pendientes. "Hay un riesgo de que las tensiones aumenten la fragmentación política y desemboquen en resultados electorales ingobernables en el futuro", concluye el informe del FMI.
