La tarifa eléctrica de los casi veinte millones de consumidores acogidos a los precios regulados subirá desde este mes como parte de la aplicación de la reforma energética aprobada por el Gobierno el pasado 12 de julio.
El precio voluntario al pequeño consumidor -la antigua tarifa de último recurso (TUR)-, el único que fija el Gobierno, sube a partir de este sábado, 3 de agosto, después de que el Ejecutivo anunciara que los peajes, la parte regulada de la tarifa, subirían en un 8%. Esta modificación se traduce en un incremento medio del recibo de la luz del 3,2%. Con estos peajes, que suponen algo más de la mitad del importe total de la factura, se retribuyen las actividades reguladas del sistema, entre las que figuran el transporte, la distribución, las ayudas a las renovables, al carbón nacional o la moratoria nuclear, entre otros conceptos.
La tarifa eléctrica subió un 3% en enero, bajó un 6,6% en abril y volvió a repuntar un 1,2% en la revisión de julio. Tras esta nueva subida, el recibo de la luz se habrá encarecido un 8% desde enero de 2012. La tarifa ha subido además un 63% entre 2003 y 2011, hasta el punto de convertirse en la más cara de la UE para el consumidor doméstico, solo por detrás de Irlanda y Chipre.
El Gobierno aprobó el pasado 12 de julio un paquete de medidas con el objetivo de combatir el déficit de tarifa, el desfase entre los ingresos y los gastos del sistema eléctrico, que acumula una deuda que supera los 26.000 millones de euros. Según el Ejecutivo, esta reforma implica un ajuste de 4.500 millones de euros, de los que 2.700 millones recaen sobre las empresas -con recortes en la retribución-; 900 millones, en los Presupuestos Generales del estado, y otros 900 millones, en los consumidores, a través de la subida de la luz.
La nueva subida, que permitirá ingresar cerca de 400 millones de euros hasta fin de año, forma parte de las medidas anunciadas el pasado 12 de julio por el Gobierno para repartir entre consumidores, empresas y la Administración los esfuerzos para acabar con el déficit de tarifa, un desajuste que alcanza ya 26.000 millones de euros.