La mayoría de entidades dedicadas tradicionalmente a estas labores de banca personalizada no incurrieron en estos excesos, pero la imagen pública del sector en su conjunto se vio empañada por ciertos escándalos como el del malogrado Madoff, del que ciertas firmas vendieron su fondo como el becerro del oro.
Los clientes ya no se conforman con la llamada de turno de su banquero. Ahora demandan más información sobre dónde están invirtiendo y “hasta regresan al día siguiente con párrafos del folleto de un fondo subrayados para que les expliques lo que significan”, aseguran en una firma de banca privada.
Formación de profesionales
Esta mayor demanda de información ha ido creciendo en los últimos años hasta el punto de que las firmas han debido de realizar un esfuerzo en formación de sus profesionales para adecuarse a esta nueva situación. Tan potente parece este fenómeno que las fuentes consultadas consideran que sólo las entidades que apuesten verdaderamente por el asesoramiento saldrán reforzadas en el futuro inmediato.
Hay que distinguir entre los millonarios de muchos ceros detrás del uno y los patrimonios elevados, e incluso entre éstos, habría que diferenciar según la cifra que cada entidad considera como oportuna para recibir los servicios de banca privada o banca personal, un concepto que ha experimentado un cambio también en los últimos años. Movimientos como el de Popular Banca Privada con la creación de Optima se inscribe en esta nueva dinámica del sector por ofrecer un asesoramiento más perfilado.
Eafis
La entrada en el mercado de las empresas de asesoramiento financiero independientes, más conocidas por sus siglas Eafis, marcará también un nuevo camino, aunque de momento la CNMV prefiere que esta figura cuente con una regulación fuerte para no inundar el mercado de profesionales procedentes del sector financiero que encontrarían un hueco en este segmento para recolocarse. “Casi es mejor así para fortalecer a estas firmas que están empezando su recorrido”, señala una fuente.
La actitud de las firmas de banca privada pertenecientes a entidades financieras será determinante en el futuro. Aunque en su caso, algunos expertos ven dificultades, sobre todo por las de mayor tamaño, a la hora de cambiar un modelo que hasta ahora había funcionado mayoritariamente con la colocación de productos pero que ahora se verá forzado a aportar el valor añadido de un asesoramiento más personalizado.
Pero las fuentes consultadas son determinantes a la hora de valorar una mayor implicación de los clientes en la toma de decisiones sobre su patrimonio. Y una de ellas lo ejemplifica con lo ocurrido en alguna entidad con los mercados emergentes en las últimas semanas, donde no se ha notado excesivo nerviosismo de los inversores precisamente por el asesoramiento ofrecido por las redes comerciales.