Los profesores del IESE, Pablo Fernández y Pablo Linares, junto al investigador independiente Pablo Fernández Acín, han publicado el informe “Rentabilidad de los fondos de inversión en España. 1998-2013”. Las conclusiones son demoledoras: la calidad de la gestión deja tanto que desear que los expertos recomiendan que el Gobierno deje de discriminar fiscalmente los fondos ya que no ofrecen ventaja al partícipe si él mismo realizara las operaciones que hace el gestor. Es decir: “pocos gestores se ganan lo que cobran”.
El documento defiende esa discriminación fiscal con el argumento de que si un ahorrador hiciera lo mismo que un gestor, se ahorraría las comisiones explícitas y las ocultas de los fondos, debería afrontar gasto de custodia y transacción de valores, pero su tributación sería peor, ya que un fondo está sometido al régimen de incremento de patrimonio y no pasa por Hacienda hasta el momento del reembolso.
Este estudio se basa en las rentabilidades históricas y recoge perlas como que la rentabilidad media de los fondos de inversión en España en los últimos 15 años fue del 1,98%, claramente inferior al retorno de los bonos del estado español a 15 años (4,4%) y a la inversión en el IBEX 35 (4%).
Sólo 26 fondos de los 614 con 15 años tuvieron una rentabilidad superior a la de los bonos, mientras 38 superaron al Ibex y 52 sufrieron pérdidas.
Las de siempre
Por supuesto, entre las gestoras más rentables (Bestinver, Metagestión, Mutua Madrileña, Atl Capital, EDM, Alpha Plus…) no hay ninguno de los grandes grupos bancarios que, sin embargo, monopolizan el mercado de fondos de inversión y de pensiones.
Sólo Bankinter, en undécima posición, salva la honrilla de la banca.
Este informe pone de manifiesto la necesidad de una revisión urgente del sector, en el que la industria independiente no tiene apenas peso y en la que la gran masa de dinero no está en los productos más rentables.
La preservación patrimonial es una asignatura pendiente en España, que cobra doble importancia ante la cada vez más difícil capacidad de los estados para afrontar sistemas públicos de prestación.
La sociedad debe ser concienciada de que debe ahorrar desde el primer día, sin duda, pero la industria, a su vez, debe esmerarse por cuidar e incrementar el patrimonio del cliente particular.
De lo contrario, se llega a conclusiones tan desoladoras como las de este informe.
