Japón ha estado en el punto de mira desde que Shinzo Abe, del partido liberal demócrata, asumió la presidencia del país a finales de 2012. Su receta para salir del atolladero a través de un agresivo programa de expansión monetaria, que animara las exportaciones y generara inflación supuso que el Nikkei fuera uno de los índices bursátiles más atractivos durante el año pasado, con una subida de casi el 60%, y con el yen debilitado frente al dólar.
Un experimento a la americana que muchos analistas todavía contemplan con recelo, pero que algunos gestores consideran una buena oportunidad, pensando en el largo plazo. Es el caso de Joël Le Saux, responsable del Oyster Japan Opportunities, un experto del mercado nipón desde hace 18 años.
Aunque 2014 ha comenzado con correcciones en la bolsa japonesa y algunos datos macroeconómicos han enfriado un poco el optimismo del año pasado, el gestor de la firma suiza asegura que se deben tener en cuenta ciertos datos que no se analizan con cuidado.
Aunque las exportaciones están sufriendo cierto retroceso, Le Saux explica que se tiende a olvidar que Japón es un país exportador pero desde otros lugares del mundo. Las fábricas automovilísticas niponas, por ejemplo, suelen estar ubicadas en Estados Unidos y desde allí se envían las unidades a otros países como Rusia. Y esta es una de las razones que ofrece el gestor para no preocuparse excesivamente por este desajuste de las exportaciones.
El envejecimiento de la población japonesa ha provocado que muchas empresas manufactureras busquen en otros lugares mano de obra activa para los próximos años. De hecho, entre un 20% y un 30% de las personas en edad de trabajar lo hacen a tiempo parcial.
Pero la recuperación de la confianza de los inversores en la economía japonesa está provocando que muchos jóvenes quieran encontrar un empleo de jornada completa, que podrían ser absorbidos por los sectores con más demanda de trabajadores, precisamente aquellos que no exportan sus bienes y servicios. De hecho, el índice que mide la confianza de las pequeñas y medianas empresas se encuentra en máximos desde hace años.
Todo un conjunto de factores que a juicio de Le Saux animan a pensar que la recuperación de la economía japonesa está en camino, pese a que las medidas emprendidas por Abe, las 'abenomics' no dejan de ser un experimento. Y un experimento que, a su juicio, tendrá que implantar Europa tarde o temprano para salir del estancamiento.