La economía mundial se está recuperando, aunque a un ritmo inferior al previsto, teniendo en cuenta las políticas monetarias ultraexpansivas y la caída del 50% en los precios del crudo desde el verano pasado. Las complicadas condiciones a escala internacional también repercuten en las previsiones de los países nórdicos.
La economía mundial sigue creciendo a un ritmo modesto y Nordea prevé un incremento en el PIB mundial del 3,1% en 2015 y del 3,5% el próximo año. En los países nórdicos, que dependen en gran medida del comercio internacional, desde la gestora observan un panorama heterogéneo.
“En general, prevemos que la región nórdica crecerá un 1,7% en 2015 y se acelerará hasta el 1,9% en 2016. Suecia muestra especial buen tono, pero la economía danesa también se encuentra en mucha mejor forma que hace algunos años. No obstante, el desplome de los precios del petróleo implica que Noruega se enfrenta a algunos años de atonía y aún no vemos indicios de una marcada recuperación en la economía finlandesa”, comenta Helge J. Pedersen, economista jefe de Nordea Group.
“Gracias a la gran solidez de la demanda interna, la economía sueca ha crecido en torno a un 2,5% en los últimos años. Muchos factores apuntan a que su PIB crecerá un 3% tanto en 2015 como en 2016. A más largo plazo, el crecimiento se ralentizará a medida que las condiciones acomodaticias vayan desapareciendo. El consumo y la inversión, tanto pública como privada, se consideran los principales catalizadores”, subraya.
La caída de los precios del crudo cada vez hace más mella en los indicadores de Noruega continental. “Esperamos que la actividad en las industrias de servicios petroleros continúe ralentizándose en los próximos años. Esto apunta a un crecimiento anémico de cara al futuro y, en los años venideros, prevemos una expansión del 1,5% aproximadamente en la economía continental del país”, señala el economista jefe de Nordea.
La actividad económica en Dinamarca ha repuntado de forma gradual, sentando las bases para una recuperación sostenible y autónoma. “En esta coyuntura, esperamos que su economía crezca un 1,5% en 2015 y un 2% en 2016. La reducción del desempleo y la subida de los precios de las viviendas apuntalan un crecimiento nada desdeñable del consumo privado”, explica Pedersen.
Sobre Finlandia, desde Nordea preven que el crecimiento de su PIB siga siendo muy modesto. “No anticipamos una clara recuperación de las exportaciones, sencillamente porque Finlandia está especializada en la producción de bienes intermedios y de inversión para empresas, mientras que el actual repunte mundial se ve ampliamente impulsado por la demanda de los consumidores”, apunta.