Las elecciones del pasado 20 de diciembre volvieron a poner en la picota a las sociedades de inversión de capital variable, más conocidas por sus siglas, Sicav. Las propuestas de casi todos los partidos por establecer algún tipo de mecanismo de control sobre este tipo de sociedades, e incluso provocar confusión sobre su existencia en el caso de las formaciones más extremistas, situaron a las sicav en el centro de la atención mediática.
Pese a que tienen el mismo tratamiento fiscal que los fondos de inversión y están abiertas a cualquier inversor al cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil, estas sociedades siempre han creado controversia en España por su carácter colectivo y los supuestos artificios de las gestoras para alcanzar los cien inversores necesarios para que una sociedad de inversión sea considearada como sicav y disfrute de sus ventajas.
De hecho, la mayoría de las entidades financieras y las firmas de gestión patrimonial reconocen que han estudiado todas las posibles soluciones que podrían adoptar en el caso de que se cambiara la legislación sobre las sicav, como su conversión en fondos de inversión e incluso su traslado a otras jurisdicciones europeas más benignas con la inversión colectiva.
Pero toda esta incertidumbre que ha rodeado a las sicav desde finales del año pasado no ha provocado un parón en la creación de nuevas sociedades de inversión de capital variable. Al contrario, han seguido incrementado su número hasta situarse en 3.412 sicav a finales de marzo, según los datos de VDOS, lo que significa un 0,38% más que al cierre de 2015. En conjunto, manejan un patrimonio de 32.000 millones de euros, que sí se ha visto afectado por los vaivenes del mercado desde comienzos de año, cuando era casi un 4% más elevado, y cuentan con 487.466 accionistas.
Santander Private Banking sigue dominando el mercado por número de sicav bajo control, con 502 sociedades, aunque es Bankinter la entidad que destaca por número de sicav creadas durante el primer trimestre, con cuatro sociedades.