El futuro de la estructura accionarial de Itínere no se resolverá este martes, como estaba previsto. En teoría, Sacyr debería pronunciarse sobre si hacía efectivo el acuerdo de venta alcanzado a finales de julio, junto con sus socios en la concesionaria Abanca y Kutxabank, con Globalvía para la transmisión de sus respectivas participaciones en la concesionaria o bien se decantaba por la oferta de Corsair, primer accionista de Itínere, que había decidido ejercer su derecho de tanteo. Pocas horas antes de que se conociera la decisión de Sacyr, un juzgado madrileño ha emitido un auto por el que impide de forma cautelar a la compañía que preside Manuel Manrique vender el 15% de Itínere que posee a cualquier otra sociedad que no sea Globavía.
La resolución judicial obedece a la petición cursada hace unos días por la propia Globalvía, ante la sospecha de que Sacyr decidiera finalmente vender sus acciones de Itínere a Corsair. La compañía que preside Juan Béjar ha argumentado que Sacyr y sus dos socios, Abanca y Kutxabank, no pueden vender sus participaciones por separado. Sin embargo, si Sacyr quería aceptar la oferta de Corsair no tenía otra opción, toda vez que ésta no se extendía a las dos entidades financieras.
El consejo de administración de Sacyr se reunió en la tarde del lunes para tomar una decisión final al respecto de la venta de la participación en Itínere. No obstante, fuentes del sector apuntaron a Vozpópuli que las medidas cautelares fueron comunicadas a Sacyr a última hora de la mañana, por lo que el máximo órgano ejecutivo del grupo constructor no tuvo otra opción que paralizar la operación.
En el caso de que Sacyr optara por vender su parte de Itínere a Corsair se exponía a que Globalvía le exigiera una penalización de 100 millones de euros, según figura en el acuerdo alcanzado, junto a sus dos socios, a finales de julio. Desde que Corsair anunció que ejercía su derecho de tanteo, Sacyr ha examinado diferentes opciones para aceptar esa oferta sin tener que pagar la compensación a Globalvía.
Audiencia para las partes
A partir de ahora se abre un proceso por el que el juez deberá escuchar a las partes antes de tomar una decisión definitiva que pueda desbloquear la operación. De acuerdo con fuentes conocedoras de la situación, las medidas cautelares han sido acordadas sin que el juez haya recabado la opinión de todas las partes afectadas.
La decisión judicial también deja en suspenso lo que sucederá con las participaciones de Abanca y Kutxabank, toda vez que Globalvía sólo las compraría si también se hace con la de Sacyr. Sólo de esta forma conseguiría la mayoría del capital de Itínere. Mientras, si Corsair adquiere el paquete de Sacyr sumaría algo más del 59% de la concesionaria (también tiene un acuerdo para hacerse con el 5% que posee Liberbank).
Esta disputa por el control de Itínere se produce cuando está a punto de resolverse el arbitraje que Sacyr, Abanca y Kutxabank plantearon ante la oposición de Corsair a deshacer el pacto entre accionistas suscrito en su día en Itínere para así poder vender sus respectivamente sus participaciones en la concesionaria de autopistas.
Además, Kutxabank planteó otro arbitraje para deshacer el mecanismo en virtud del cual, y gracias a su participación y la de Liberbank, se dejaba la gestión de Itínere en manos de Corsair.