En los próximos días el Gobierno tendrá que dar a conocer la cifra final de déficit público de 2017 y comunicarla a las autoridades comunitarias. Pero ya se la ha adelantado a los inversores. En una presentación del Tesoro Público con fecha de marzo, el Gobierno incluye un cuadro en el que aparece que el saldo final de las administraciones públicas al cerrar el año pasado fue del 3%, un décima por debajo del nivel pactado con Bruselas.
De confirmarse el dato, España acabaría el año justo en la cifra límite del procedimiento de déficit excesivo y seguiría un año más bajo la estrecha tutela de las autoridades comunitarias. De hecho, sería el único país europeo que aún sigue en esta situación. Para haber abandonado este procedimiento, tendría que haber dejado el déficit, al menos, en el 2,9%.
¿Qué es el procedimiento de déficit excesivo? Un procedimiento que forma parte del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE y que se aplica a los países que se anotan un desfase entre sus gastos e ingresos de más del 3%. Es decir, a los grandes incumplidores. En la práctica, supone un mayor control y vigilancia por parte de la Comisión Europea. España lleva en este procedimiento desde el año 2009.
Bruselas podría apretar las tuercas más a España si sale del procedimiento de déficit excesivo
En un primer vistazo, parece dejar atrás el procedimiento de déficit excesivo, pero lo cierto es que también tiene su lado negativo. La UE ha levantado mucho la mano precisamente por las dificultades que ha pasado España durante estos años y una que vez que el se deje atrás el 3%, quizá no sea tan benevolente. Pasaremos del déficit excesivo, al procedimiento preventivo ordinario, con reglas estrictas para países que van bien económicamente, como es el caso de España.
Además, una vez que se baje del 3%, el objetivo a medio plazo será el equilibrio, es decir, que el ajuste pendiente, se haga como se haga, asciende a 30.000 millones. Algunos expertos creen que el ciclo económico poco más puede hacer para equilibrar las cuentas y que esta cifra de déficit se está convirtiendo en algo estructural. De ser así, el Gobierno estaría obligado a hacer nuevos recortes para seguir reduciéndola.
En cualquier caso, parece que este escenario no se va a producir y que España seguirá al menos unos meses bajo la estrecha vigilancia de Bruselas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) hace un seguimiento estrecho del objetivo de déficit y en el último informe, con fecha de febrero, sitúa también el desfase en el 3%. "Desde diciembre se ha producido un ajuste del déficit de 1,2 puntos del PIB, situándose en el 3%", sostiene.
La Seguridad Social
En lo que no hay mucha coincidencia es en el reparto de ese déficit. Tanto el Gobierno como la AIReF achacan la mitad del desfase a la Seguridad Social, pero el primero asegura que los números rojos de este subsector se han moderado al 1,4% del PIB (desde el 1,6% de 2016), mientras que el organismo fiscalizador lo eleva al 1,5%.
De hecho, curiosamente, en la última notificación que hizo el Gobierno a Bruselas el pasado mes de octubre, planteó un desfase del 1,5% en las arcas de la Seguridad. Puede que la situación haya mejorado en el tramo final del año y que eso haya empujado al Gobierno a mejorar un poco más la cifra. En cualquier caso, no hay que olvidar que el sistema de pensiones sigue registrando el mayor déficit de su historia, como dijo la propia ministra.
El Gobierno sigue usando el superávit de los ayuntamientos para cuadrar la cuenta
Tampoco coincide la cifra de la Administración Central. En la presentación para los inversores el Gobierno cifra el déficit en el 1%, a pesar de que a Bruselas en octubre le trasladó una cifra del 1,7%. Según la AIReF, la cifra de octubre es mucho más realista y el objetivo del 1% es "muy improbable".
¿Por qué este desfase entre las cifras? Por el superávit de las entidades locales. El Gobierno sigue fijando un objetivo de equilibrio presupuestario a los ayuntamientos cada ejercicio y utiliza su superávit para cuadrar las cuentas allí donde lo necesite. En este caso, para compensar el déficit del Estado.
Y en 2017 es probable que las comunidades hayan acabado el año con un déficit menor al -0,6% que figura en la presentación para inversores. Según el seguimiento que hace la AIReF, todo apunta a que han cerrado con un desfase del 0,3%, lo que daría otras décimas de margen para compensar el exceso de optimismo en la Administración Central.