Este lunes, el ministerio de Sanidad ha reunido a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). El tema estrella ha sido la continuidad de Muface y cómo su fin puede afectar al sistema sanitario, tanto al público como al privado. Del primero se han dado muchos datos sobre cómo se desbordaría: las listas de espera de consultas externas se incrementaría en un 266%, y generaría un impacto de 1.000 millones de euros.
Pero la sanidad privada también sufriría las consecuencias del fin de Muface. Según los datos de la 'Cátedra Extraordinaria Salud Sostenible y Responsable. El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas de su modelo sanitario y escenarios futuros', si el Gobierno no llega a un acuerdo con las aseguradoras, los prestadores hospitalarios privados dejarían de facturar unos 1.000 millones de euros aproximadamente, correspondiente a un 8% de la facturación total del sector.
Para los hospitales privados, la propuesta de Sanidad de incorporar a 1,5 millones de funcionarios al sistema público (que según Mónica García está totalmente preparado para acogerlos) supondría un duro golpe no solo por el impacto económico, sino por la pérdida masiva de pacientes. La desaparición del modelo supondría que los mutualistas dejarían desocupadas en la red hospitalaria privada un total de 2.041 camas a nivel nacional, según los cálculos de la Cátedra de la Universidad Complutense.
El grado de impacto en la sanidad privada variará según las características demográficas y sociales de cada comunidad autónoma. En este sentido, un total de 19 provincias tendrían un serio riesgo de cierre de hospitales, concentrándose la mayor parte de ellas en las comunidades de Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León.
El impacto en la sanidad pública
La sanidad privada se vería afectada, pero sin duda y pese a todo, la gran damnificada es la sanidad pública. Si el mutualismo administrativo desapareciera, el SNS "tendría que asumir la totalidad de la actividad de los mutualistas que actualmente reciben en el sistema privado", reza el informe. En este caso, se estima un impacto en términos económicos de más 1.000 millones de euros, que "corresponden a la diferencia existente actualmente entre la prima de MUFACE y el gasto sanitario total, teniendo en cuenta el número actual de mutualistas que se decantan por la sanidad privada".
Por otro lado, a nivel de infraestructuras, el sistema público precisaría de 3.975 camas adicionales (a diferencia del sistema público, donde miles se quedarían vacías), lo que supondría un 3,8% adicional a la capacidad actual a nivel nacional. Esto, que a priori podría parecer un impacto moderado, en algunas provincias sería muy complicado de absorber por el sistema público, especialmente en Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Cádiz y Málaga, entre otras.
En cuanto a las listas de espera en el sistema público, éstas se verían incrementadas considerablemente a nivel nacional. En este sentido, la lista de espera de consultas externas se incrementaría en un 266%, mientras que la lista de espera quirúrgica registraría un incremento del 115%.
Miles de funcionarios toman Madrid contra el fin de Muface
En este contexto, los funcionarios han dicho basta ante la posibilidad de que su atención sanitaria se vea afectada. Miles de trabajadores públicos de toda España se concentraron este sábado en Madrid, frente a la sede de Muface, en defensa del modelo de mutualidad, que consideran en "serio peligro" por la falta de acuerdo entre el Gobierno y las aseguradoras sanitarias que lo prestan actualmente.
