El certificado energético de un edificio es uno de los puntos imprescindibles para que el notario autorice la compra de una vivienda, aunque no suele ser una de las prioridades del futuro propietario a la hora de elegir. Sin embargo, el ahorro que puede suponer vivir en un entorno plenamente eficiente es uno de los grandes beneficios por los que los propietarios pueden llegar a plantearse iniciar reformas de rehabilitación de su edificio.
El Ministerio de Energía, a través de su Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), ha lanzado su segundo Programa de Ayudas a la Rehabilitación Energética de Edificios Existentes (PAREER), al que podrán acogerse los propietarios o comunidades de propietarios de los edificios para llevar a cabo reformas de rehabilitación energética. Las solicitudes podrán realizarse a partir del 3 de febrero, un mes después de su publicación en el BOE. Estas son las cuestiones a tener en cuenta por quienes planteen solicitar estas ayudas.
¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética de un edificio se mide en base a dos indicadores generales: las emisiones anuales de CO2 y el consumo anual de energía relativa a la calefacción, el agua caliente, la ventilación o la iluminación. En base a estos medidores, el edificio obtiene una calificación de eficiencia energética que irá desde la A hasta la C (el certificado enegético). Por lo tanto, un edificio puede mejorar su 'nota' de dos formas:
1. Mejorando la eficiencia energética de las instalaciones de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación, que son las de mayor consumo de energía.
2. Mejorando el aislamiento de la envolvente del edificio, es decir, aislando paredes, suelos y cubierta del edificio, así como mejorando el de las ventanas para mejorar la eficiencia de la climatización.
¿Qué beneficios tiene?
AHORRO. La primera consecuencia inmediata de la rehabilitación del edificio es la monetaria. El director del IDAE, Arturo Fernández, estima que "el ahorro en energía final por edificio será superior al 25% del consumo del edificio". "Si a las medidas técnicas, añadimos un buen comportamiento del usuario en el consumo de energía en el edificio, se puede llegar a ahorrar por encima del 40% del consumo total del edificio", matiza.
Por su parte, los expertos de Sto estiman que un inmueble medio, que sea eficiente energéticamente, puede llegar a ahorrar hasta 1.700 euros anuales.
SEGURIDAD. “Gracias a la realización de actuaciones de aislamiento térmico, acústico o mejora de la calidad y confort interior”, prosigue la compañía, aportará mayor seguridad “frente a los desperfectos ocasionados por el paso de los años”, como grietas, humedades, fugas de calor, desconchamiento de pintura, plagas, etc.
REVALORIZACIÓN DE LA VIVIENDA. Por otro lado, a mayor calificación energética, más valor tendrá la vivienda a la hora de venderla o alquilarla. Además, contribuirá a reducir las emisiones de CO2, lo que supone un beneficio para el conjunto de la sociedad.
¿Quién puede acogerse al programa?
Tal y como establece el IDAE, pueden acogerse al programa:
-Los propietarios de edificios ya existentes destinados a cualquier uso, siempre que tengan personalidad jurídica de naturaleza privada o pública.
-Las comunidades de propietarios o las agrupaciones de comunidades de propietarios de edificios residenciales de uso vivienda, constituidas como Propiedad Horizontal.
-Los propietarios que de forma agrupada sean propietarios de edificios y no hubiesen otorgado el título constitutivo de propiedad horizontal.
-Las empresas explotadoras, arrendatarias o concesionarias de edificios.
-Las empresas de servicios energéticos.
Modalidad y cuantía de las ayudas
Las ayudas del Gobierno cubren el 40% de la obra de rehabilitación para los casos generales, aunque el programa abarca otros casos, para los cuales la cuantía será:
-Un 60% si la reforma incluye obras de accesibilidad para los residentes
-Un 75% si la reforma incluye estas obras de accesibilidad pero para residentes con movilidad reducida o mayores de 65 años.
En cualquier caso, el tope máximo establecido por el Gobierno es de 8.000 euros por inmueble y de 12.000 euros cuando se trata de una vivienda unifamiliar.
Cuando se trate de edificios calificados como Bien de Interés Cultural, este máximo no se aplica y cada vivienda dentro de ellos obtendrá 1.000 euros más. Si se trata de superficies de uso comercial, prosigue el comunicado de Sto, la ayuda será de 10 euros más por cada metro cuadrado.
Cómo pedir la ayuda
El proceso de rehabilitación de una vivienda para optimizar sus recursos abarca tres fases fundamentales: el estudio del proyecto, la implantación de las reformas y la fase de mantenimiento. Para pedir las ayudas, explica Fernández, hay que seguir los siguientes pasos:
1. Contratar a un técnico o empresa especializada, para que estipule el Certificado Energético del Edificio y elabore un estudio con el punto de partida sobre la situación energética en la que se encuentra el mismo y qué objetivo se quiere lograr (para recibir la ayuda del programa es necesario escalar, al menos, una letra en el certificado energético).
Además, asesorará a la Comunidad de Propietarios sobre las opciones técnicas que tiene para mejorar, elaborará una estimación de presupuesto y asesorará sobre la cuantía de la ayuda que podría recibir cada opción técnica. La empresa realizará una simulación del impacto de las reformas para ver si las reformas propuestas alcanzan el objetivo establecido en el plan.
2. Con esta información, la Comunidad decide qué opción elegir según su capacidad presupuestaria y sus criterios.
3. Una vez decidida la opción, que permita dar un salto de letra en emisiones de CO2 que es el mínimo exigido por el PAREER II, se debe contratar a una empresa o profesional lleve a cabo las reformas establecidas en el plan, que deberá incluir un presupuesto.
El IDAE aconseja pedir un presupuesto a al menos tres empresas instaladoras o constructoras con experiencia en el proyecto a ejecutar, para que la Comunidad de Propietarios elija la oferta más ventajosa en precios, plazos y/o calidad.
La Asociación de Empresas de Eficiencia Energética 'A3e' suma en su listado de asociados a más de 100 empresas. Su responsable técnico, Jesús Muñoz, considera que ahora "es un buen momento" para invertir en mejoras para la eficiencia energética.