Hacienda ha 'aflojado' el número de sanciones que pone a los contribuyentes por demoras u omisiones en lo referido a la declaración de los bienes en el extranjero (modelo 720), según se desprende de la evolución desglosada de multas por este concepto a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Atendiendo a los datos del propio ministerio, las multas comenzaron a interponerse en el año 2013 y alcanzaron su pico en el 2015.
El departamento de Gestión Tributaria pasó de 3.486 sanciones en 2015 a ninguna en lo que va de 2019
En ese año, el departamento de Gestión Tributaria llegó a interponer 3.486 multas. Se trata de las sanciones formales 'automáticas' por declaraciones fuera de plazo, de 100 euros por dato no declarado, con un mínimo de 1.500 por grupo de bienes, aunque se trate de cajas sin dinero.
Por su parte, el departamento de Inspección (que, como su nombre indica, va 'más a fondo' y sanciona no solo demoras sino ocultación de bienes con multas de un 45% en el IRPF de lo no declarado, el 150% de la cuota anterior y 5.000 euros por dato no declarado) puso 835 sanciones.
A finales de 2015, la Comisión Europea inició el expediente sancionador a España por entender que todas esas multas eran "desproporcionadas y discriminatorias". El expediente acabó con un dictamen motivado en febrero de 2017 que requirió a nuestro país que suavice el sistema por considerarlo contrario al derecho comunitario.
Presión de Bruselas
La no respuesta de España llevó a que el organismo con sede en Bruselas anunciara el pasado mes de junio su intención de activar la vía legal con una demanda ante el Tribunal Europeo de Justicia. La misma se materializará previsiblemente el próximo mes de septiembre y podría tener no solo un impacto en la litigiosidad sobre las multas sino, una vez resuelta, posibles efectos retroactivos en todas las sanciones impuestas que podrían derivar en reclamos de responsabilidades patrimoniales contra el Estado.
Al hilo de la 'presión' de Bruselas, en cualquier caso, las multas de Gestión cayeron ya a apenas 25 en 2016, tuvieron un ligero repunte hasta las 55 en 2017 pero volvieron a caer, a 7, en 2018, y en 2019 parecen haberse literalmente frenado: ni una sanción, ni siquiera un expediente abierto, entre el 1 de enero y el 15 de julio de este año, según los datos a los que ha accedido este medio. Un camino similar han seguido, aunque de forma algo más gradual, las sanciones del departamento de Inspección, que bajaron desde las 257 en 2016 hasta las seis en lo que va de 2019.
"Está claro que lo que percibíamos era verdad: Hacienda ha empezado a guardarse el arma ante la presión de Europa, y la demanda formal en Luxemburgo puede ser ya letal"
Desde el ministerio de Hacienda, al cierre de esta edición, no han dado una explicación para semejante bajada, más allá de aclarar que no se pueden tomar medidas de ningún tipo en estos momentos por estar "en funciones" y que, si bien el volumen de lo aflorado desde 2013 supera los 156.000 millones, no pueden informar sobre el monto de las sanciones.
"Está claro igualmente que lo que percibíamos era verdad. Sigue habiendo muchísima gente que no se anima a presentar esta declaración y/o que la presenta tarde, pero se ve que Hacienda ha empezado a guardarse el arma ante la presión de Europa, y la demanda formal en Luxemburgo puede ser ya letal", atestigua el abogado Alejandro del Campo, impulsor de muchos de los recursos contra las multas y denunciante inicial del sistema en Bruselas.
"La cifra nula de multas de Gestión este año deja claro que a los funcionarios les dijeron que dejaran de darle al botoncito de las sanciones automáticas. Es también muy significativa e importante la reducción en el número de inspecciones", dice Del Campo. "Se demuestra que van más en plan francotirador y buscando piezas de caza mayor; hay que tenerle menos miedo a presentar la declaración".