Iberdrola no deja de sondear el mercado de renovables. Tanto para comprar como para vender. Uno de los procesos de venta que tiene en marcha es el 40% de su parque eólico en aguas de Alemania, denominado como 'Proyecto Wikinger', por cerca de 1.000 millones de euros. Una operación que arrancó poco antes de la pandemia y que se ha ido enfriando durante la crisis del coronavirus.
Según detallan fuentes financieras a Vozpópuli, la energética que preside Ignacio Sánchez Galán tiene ese proceso congelado. A finales de febrero de 2020, Iberdrola contrató los servicios de JP Morgan para encontrar a este socio financiero. “No ha logrado cerrar esta operación y, pese a que esta participación siga en el mercado, el proceso está congelado”, detallan portavoces cercanos a la operación.
Los principales candidatos para descongelar este proceso son los grandes fondos de pensiones, fondos de inversión o cualquier tipo de ‘private equity’ que quiera respaldar financieramente el proyecto eólico marino de Iberdrola. Aunque otro de los condicionantes que tiene que cumplir el candidato que busca JP Morgan es que sólo busque rentabilidad y no influya en la gestión de la empresa de Ignacio Sánchez Galán.
El modelo es similar al que tiene Iberdrola con el fondo australiano Macquarie en el proyecto eólico offshore de East Anglia One en el Mar del Norte. Un proyecto que se puso en marcha en el verano de 2020 y donde el fondo se hizo con un 40% tras abonar cerca de 1.800 millones de euros.
“Los proyectos eólicos necesitan un gran despliegue de inversión, mucho mayor que los onshore”, detallan las mismas fuentes financieras. “Por ello, las principales ventas de Iberdrola se concentran en las participaciones de este tipo de parques para poder utilizar este capital para seguir creciendo”, añaden.
Iberdrola busca sitio en el mar
El Proyecto Wikinger marcó en 2018 la entrada de Iberdrola en el mercado eléctrico alemán. Un país donde también ha construido otros dos parques eólicos marinos como Baltic Eagle (476 MW) y Wikinger Süd (10 MW).
La suma de estos tres proyectos, todos ellos situados junto a la isla de Rügen, dan lugar al complejo marino en el mar Báltico de la empresa de Ignacio Sánchez Galán, con una capacidad total instalada de 836 MW y una inversión conjunta de 2.500 millones de euros.
La energía eólica marina pretende ser uno de sus principales patas de crecimiento. De momento, los mercado donde ha conseguido permiso para este despliegue son Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Francia. Iberdrola espera en el medio plazo poder incluir a España en esta lista.